Modus Operandi: 280 puñaladas y una fotografía, las claves del crimen del joven scout
¿Qué pasó?
Ya van a ser poco más de tres años del crimen del joven scout de 17 años, Tomás Acevedo Olea, a manos de una menor de 14 años y de Ulises Labrín, quien le propinó 280 puñaladas que acabaron con la vida del adolescente en San Vicente de Tagua Tagua, región de O'Higgins.
Una estudiada y fría planificación de este asesinato, impactó a toda la comunidad y al país. Ulises Labrín, junto a una menor de 14 años, serían apuntados como los responsables de la muerte de "Olea", como era conocido.
Relación entre los involucrados
Ulises Labrín y la menor se conocieron en una comunidad de baile urbano en Santiago. La adolescente, por su parte, también conocería a Tomás Olea, teniendo con ambos una relación sentimental.
No obstante, todo se nublaría y complicaría cuando la menor involucrada le contó a Ulises Labrín que Tomás Acevedo supuestamente había abusado de ella.
"Ellos pinchaban desde un campamento nacional”, lo cual duró casi un año, afirma su madre. Una de las amigas de Tomás, cuenta que ella "se intentó acercar a él pero él no la tomó en cuenta porque estaba con otra persona y cuando terminó la relación, se acercó a esta niña, a pesar de que ella tenía pareja".
Es en ese momento que Tomás le confiesa a su amiga sobre esta relación y que "una niña me quiere funar por violación en facebook", lo que lo pondría en el radar de Ulises, creando un plan para asesinarlo.
Últimas horas de vida
Según relata su madre sus últimas horas de vida, Beatriz Olea, el 27 de julio de 2019, Tomás tenía que ir a una junta de scout porque estaban planificado el campamento nacional.
"Él se dirige al colegio España a juntarse con su grupo. Se dirige a pie, como lo hacía todos los sábados, efectivamente él llega a eso de las 10 horas, y a eso de las 12 30, él se retira", detalla Claudio Riobó, fiscal local de San Vicente, pese a que la reunión debía terminar a las dos de la tarde.
Es en ese entonces cuando recibe mensajes de parte de la menor, insistiendo en que vaya al lugar de encuentro, el cual era el puente Zamorano. Él accede y se encuentran a eso de las 12:51 de ese día. Ahí lo estaría esperando ella, pero también Ulises Labrín.
"Sabía sus tiempos"
Por las características del asesinato, se plantea que fue un crimen sumamente organizado. "Fue tan astuta que sabía que los tiempos del Tomás estaban super cortados. De lunes a viernes no había posibilidad, el día domingo por ser un domingo familiar, no había posibilidad", detalla Beatriz Olea.
"Era el día sábado que tomás iba a scout, que yo trabajaba y que se me perdía de las manos. Es tan astuta que hasta eso lo planificó”, indicó la madre de Tomás.
“Ulises me insistía todo el tiempo respecto a querer hablar con Tomás que si no lo hacía, se volvería loco, pudiendo hacerme algo a mí o a mi familia, lo cual me atemorizó”, señala la declaración voluntaria de la menor respecto al "acoso" de Ulises.
Crimen
Al mediodía de 27 de julio, Tomás llega al puente. "Hay dos pruebas que están las cámaras de seguridad, se nota que es la silueta de una chica, de cierta estructura y la menor lo estaba esperando a ella y con su celular, le saca una foto", señala el abogado querellante, Nicolás Alcaíno, lo que sería prueba clave.
Es en ese momentos cuando llega al lugar y se encuentra con Ulises, quien lo increpa con un cuchillo. Tomás intenta defenderse, pero lo apuñala en la pierna y eso lo limita. Pese a ello, arranca y es perseguido por el sujeto. Al alcanzarlo, cumple su cometido: 280 puñaladas acaban con la vida del joven.
Una llamada
La causa de muerte señala anemia aguda por la pérdida de sangre debido al brutal ataque. La escena del crimen es limpiada por toallas húmedas que la menor portaba con el fin de no dejar evidencia. Asimismo, le sacan su celular y acuerdan borrar mensajes.
194 cortes con el cuerpo son evidenciados en el cadáver. Luego de horas de búsqueda por Bomberos, Carabineros, es encontrado en el río Tinguiririca, en la madrugada del 28 de julio y de inmediato empiezan las pesquisas policiales.
Ulises hace desaparecer el celular, luego la PDI triangularía las llamadas, percatándose de una que duraría ocho segundos y que fue realizada por la menor. Posteriormente, el 2 agosto de ese mismo año fueron detenidos.
Mató a un inocente
En la audiencia, señalan que Tomás y la menor tuvieron sexo consentido, lo cual resulta confuso para Ulises, ya que el principal motivo del crimen fue por la supuesta violación. "Se descompensa y se da cuenta que mató a un inocente", relata el abogado.
Condena
El Tribunal Oral en Lo Penal de Rancagua dictó sentencia para los dos acusados del macabro crimen de Tomás Acevedo. Según el documento, Ulises Labrín fue condenado a 17 años y 183 días de presidio mayor en su grado máximo, por el delito de homicidio calificado.
En tanto, la adolescente identificada con las iniciales F.C.S.M, recibió una sentencia de 4 años de internación con regimen cerrado y un año de libertad asistida.
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