Médico que aplicó sedación paliativa a su esposa con cáncer: "Fue un último acto de amor"
Esta semana se conoció el caso de la doctora Liliana Ortiz, experta en bioética y exdocente de la Universidad de Concepción, quien falleció el pasado 19 de julio en su domicilio ubicado en San Pedro de la Paz en compañía de su familia.
La profesional sufría desde hace dos años un agresivo cáncer de mama que, tras someterse a todos los procedimientos correspondientes, mantenía un mal pronóstico de vida. Lo anterior llevó a Ortiz a tomar la decisión de someterse a una sedación paliativa, con tal de terminar con sus incesantes dolores.
Junto a su marido Gerardo, quien es médico anestesiólogo y que se encargó de llevar a cabo el proceso, sus hijos y otros familiares cercanos, Liliana comenzó a preparar su partida.
El video de Liliana
Incluso, horas antes de someterse a la sedación, grabó un video concientizando respecto a su decisión de "morir dignamente".
"En el caso la sedación paliativa, de lo que hablamos en realidad es de la sedación de un paciente que está sufriendo y que está con una enfermedad en una etapa terminal, cuyo pronóstico no se va a modificar por el uso o no de la sedación que se le ofrece al paciente", explicó Ortiz en el registro.
Luego, continuó señalando que este tipo de tratamiento "lo que busca es devolver la dignidad en el proceso de muerte de la persona. Yo viví dignamente y quiero morir dignamente, y tengo claro cuál es la diferencia entre la eutanasia y la sedación paliativa".
Testimonio de su esposo e hija
Durante este miércoles, el esposo de Liliana, Gerardo, junto a su hija Cristina conversaron con Mucho Gusto respecto al proceso que vivieron y cómo llevaron adelante la partida de la mujer.
"No tenía ninguna duda de la convicción de que había que cumplir su deseo y la verdad de las cosas es que por lo menos en el ámbito mío, yo le he administrado anestesia a la mayoría de mis familiares directos incluyendo a Liliana, no porque desconfíe de otros colegas, sino que siempre he tenido la sensación de que es mi misión cuidarlos más directamente", señaló el especialista en anestesiología.
"Convencido de que es lo mejor"
En paralelo, el esposo de Liliana se refirió a si este proceso significó una dificultad especial, por tratarse de su esposa.
"Si tú lo miras externamente se ve como una tarea tan difícil de hacer, cuando estás convencido que es lo mejor, en realidad a mí me sirvió mucho, porque me focalizó en cumplir bien esa tarea, en hacer bien mi trabajo, y eso en realidad me dio mucha tranquilidad, no solamente al momento de empezar a realizar la sedación paliativa, sino que también hasta que finalmente falleció, nos dejó una sensación de paz y tranquilidad, de que logramos que el objetivo que ella quería, que era no sufrir", sostuvo.
Consultado sobre si es el más grande gesto de amor hacia su esposa, Gerardo sostuvo: "Absolutamente, así lo creo. Porque la verdad es difícil en el caso de la sedación paliativa (...) el hecho de que por un lado tenía la certeza de que iba a ayudarla a que no sufriera, pero por otro lado nos íbamos a desconectar del conversar, hablar".
"La despedida tuvo que ser previa, la hicimos previamente, de hecho, dentro de la despedida esa misma noche, después del video, estuvimos cantando karaoke porque a ella le gusta mucho cantar. Estuvimos hasta las 3 de la mañana", contó.
"Disfrutarla"
La hija de Liliana, Cristina, por su parte, contó que "cuando mi mamá volvió a la casa, ella ya contaba la noticia, nos había dicho que el pronóstico era malo, que le quedaba muy poco tiempo de vida y que teníamos que aprovechar todos los días que tuviésemos con ella como si fuese el último y así lo hicimos, estuvimos muy pendientes de ella, de aprovechar no solamente de ayudarla, sino que de disfrutarla. Esto del karaoke se hizo varias veces, y la última vez se hizo con todos sus amigos, lo que se permitió que pudiesen estar".
"Siempre hemos tratado de pensar cuál era su canción favorita, pero tenía muchas, cantamos "Torero", "Morena Mía", la canción con la que cerramos fue "Resistiré", porque esa era como la enseñanza que quería dejar, que iba a seguir resistiendo a todo", manifestó.
"Quedamos de vernos en la siguiente vida"
Luego de esa actividad, complementó Gerardo, Liliana se sentía cansada. "Ahí me manifiesta personalmente que ya quería dormir, quería hacer tuto, así es que obviamente ahí nos despedimos y quedamos en vernos en la siguiente vida y luego de eso iniciamos la sedación".
"En ningún caso dudé, lo habíamos conversado, parte de la tranquilidad de ella se vio muy reflejada en su cara cuando tuvo la certeza de que yo iba a cumplir con lo que ella quería. Y cuando ya se lo reafirmé de muchas maneras, en varios días previos, ella ya estaba mucho más tranquila", sostuvo el doctor.
Tras esto, agregó que "me tembló la mano sí cuando tuve que preparar la medicación, evidentemente. Pero eso no lo hice frente a ella, ya lo tenía preparado algunas horas antes, listo y disponible para cuando ella decidiera iniciar esto. El practicarla en ese momento, con el amor y la convicción de que era lo que ella quería y fue como un último acto de amor".
"Vas exprimiendo tu duelo previamente"
En relación al proceso relativo a la pérdida de un ser querido, el esposo de Liliana manifestó que "como lo conversamos harto antes, lloras antes, vas exprimiendo tu duelo previamente, y eso en realidad ayuda mucho".
"La verdad de las cosas es que habiendo tenido otros procesos de duelo previo, mi madre había fallecido años atrás, también estuve en el fallecimiento del papá de Lili que fue un par de años atrás también, entonces me veía mucho más devastado al momento de la partida de ella y la verdad es que no fue así", expresó.
En esta línea, agregó que "no fue así gracias a todo el trabajo que hizo ella previamente, en contarnos, en conversarlo, en permitirnos llorar y manejar todas estas emociones, irlas soltando libremente y eso finalmente logró que efectivamente que al momento de partirse sintió una tranquilidad enorme y nos quedamos toda la familia, mis hijos y mi suegra, los pololos que estaban ahí, super tranquilos, estuvimos casi media hora agradeciendo el haber estado con ella y simplemente sintiendo esa paz que inundaba la habitación".
Finalmente, Gerardo resumió el proceso, señalando que "realmente nos dejó una sensación de que esta sí parece ser una de las mejores formas de dejar ir a un ser querido".
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