Esposa de médico presuntamente drogado en restaurante: "Nos dijeron que fue un show de curados"
Una pareja denunció haber sido drogada tras acudir a cenar a un restaurante de comida peruana en Vitacura, donde tras beber pisco sour perdieron la conciencia y sufrieron la clonación de sus tarjetas y la realización de una compra millonaria en una tienda comercial.
La situación fue relatada por una de las afectadas, Paola, quien junto a sus esposo, el doctor Germán Arancibia y un amigo se vieron afectados por esta extraña situación, sospechando que les dieron escopolamina, droga conocida como burundanga que provoca un efecto depresor sobre el sistema nervioso central generando mareos, desorientación y pérdida de memoria.
"Tras el primer sour no tengo recuerdos"
Paola, en conversación con el matinal Mucho Gusto de Mega, expuso que "al término del primer pisco sour ya no tengo recuerdos, como que un flash se apagó. Mi esposo lo mismo, sólo recordó que estuvimos en un baño, que llegó Carabineros y nos rescata nuestra hija con un amigo".
Así comenzó la "pesadilla", ya que tras el episodio y a primera hora del día siguiente fue notificada de una compra, que aduce que nunca hizo.
"A las ocho de la mañana me llegó un mensaje de texto, que hice una compra a las 4 de la mañana por 1 millón 800.000 mil pesos de un computador en ripley.com con despacho a un domicilio", indicó la afectada.
Ante el hecho, anuló la compra y se contactó con el supuesto comprador, aseverando que "hablé con la dueña de un departamento de Estación Central y no me quiso dar ninguna información. Esta todo en Fiscalía".
"Corría como loca detrás de auto"
Paola aduce que intentaron rearmar lo que ocurrió esa noche en el restaurante y accedieron a un video de un condominio donde dejaron estacionado su auto.
"Yo salgo tirándome arriba de un auto, corriendo como una loca detrás del auto, gritando, golpeándolo y ahí me di cuenta de lo que había hecho. No teníamos razón de eso", indicó.
"En el restaurante aducen a show de curados"
Tras el suceso, Paola indicó que fueron al restaurante y dieron cuenta del tema a garzones y al dueño del recinto. "Ellos nos dicen que tuvimos conductas impropias, que estuvimos encerrados en el baño. Pedimos ver las cámaras, pero aún no las hemos visto", aseveró.
A pesar de ello, indicó que "nuestra idea era solucionar esto de buena forma, pero el dueño nunca le dio la gravedad a esta situación. Nos entregaron el celular con carabineros y cinco días después aparecen las llaves del auto".
Tras esto y en medio de las pericias, relató que "después de estos el garzón renunció y el celular que nos entregaron venía manipulado. Conversamos y su abogado entregó como respuesta que 'fue un show de curados', por lo que mi marido decidió hacer público este tema".
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