"Nos han olvidado": Familias sufren por tener a sus hijos sin su escuela rural en Puerto Varas
Hace pocos días se viralizó la historia de Andry y su hermano Manuel, quienes deben literalmente subir la punta del cerro para conectarse a sus clases online. En lo más alto de Las Minillas de Vicuña, en la región de Coquimbo, y en compañía de su madre, ambos estudiantes se esfuerzan por aprender.
Pero su realidad no es única, porque también hay otros niños que sufren por no tener una sala de clases, un colegio o accesibilidad a internet. Una realidad que ocurre mayoritariamente en el sector rural, cuyo desafío de la enseñanza se hizo más difícil debido a la pandemia.
El incendio que acabó con la enseñanza rural en Ralún
Fernanda y su hermana Lucía juegan imaginando que son investigadoras. Recorren cada rincón buscando alguna pista, alguna recuerdo de lo que fue alguna vez su escuela llamada Cristo Rey.
En cosa de minutos, la madrugada del 22 de abril de 2020, la única escuela rural en Ralún, en la región de Los Lagos, quedó hecha cenizas. Solo quedó en pie una especie de patio techado.
"En cuanto se dio la alarma de incendio, todos supimos que era la escuela. Se quemó todo, no quedó nada. Era una escuela que era antigua y era de madera. Entonces tenía un valor sentimental importante para la comunidad", relata Carla Gajardo, apoderada.
"Nos han olvidado"
Bárbara Muñoz y su hijo Martín son una de las familias afectadas por el incendio: "Eso me afectó mucho, porque yo estudié en esa escuela, de primero a sexto básico. Luego inicié mi carrera profesional y ahora tengo a mi hijo ahí. Entonces, ha sido un golpe duro".
Martín viste su uniforme, pero no para ir a clases. Su sala ya no existe y no le queda otra más que jugar en medio de este bosque esperando una solución.
"Cuando me pregunta '¿no tengo escuela? ¿A dónde voy a ir?', cómo le explico a un niño qué pasa con su educación, dónde van a seguir", cuestiona la madre. "Como comunidad educativa sentimos que nos han dejado de lado y que nos han olvidado".
El proyecto arquitectónico de la escuela era alucinante, imposible no emocionarse con lo que se convertiría. Pero el tiempo pasó y la comunidad acusa que la promesa no se cumplió. Para muchos la responsabilidad recae sobre el alcalde de Puerto Varas, Ramón Barahona.
Las profesoras, otras de las afectadas
Quienes se quedaron también sin su escuela fueron sus profesoras. Un grupo compuesto solamente por mujeres que ha puesto a prueba su vocación. Desde una sede del adulto mayor se las arreglan para llevarles la enseñanza a sus alumnos.
"No podemos hacer videollamadas ni clases completas por el internet malo que hay. Es imposible, se ha tratado pero no", señala Corina Velásquez, profesora y directora de la escuela Cristo Rey.
La defensa del municipio
La situación que aqueja al Cristo Rey es conocida en el municipio. Desde su oficina, el alcalde se defiende de las críticas por la supuesta promesa incumplida de reconstruir la escuela.
"Me da pena de que a esta altura, a mediados de marzo ya, no se haya plantado ni un sólo palo en el sector de Ralún, porque si esto hubiera estado en manos municipales, le aseguro que otro sería el cuento", sostiene el edil de Puerto Varas, Ramón Barahona.
Él hace referencia al proceso de desmunicipalización de la educación que en Puerto Varas comenzó a operar desde el 1 de enero de este año.
Provisoriamente el servicio se comprometió con la comunidad a instalar una escuela modular en Ralún y trabajar en una escuela definitiva en menor tiempo posible.
Brechas de aprendizaje aumentan en pandemia
Gonzalo Plaza, director de la Fundación 99, indica que "históricamente, la educación rural ha estado más postergada de la política pública. Le falta un apoyo muchísimo mayor".
"Esta pandemia, lo que ha hecho en educación, es que las brechas de aprendizaje se están acrecentando. Uno de cada tres profesores rurales no pudo hacer clases, ni presenciales ni online, durante el 2020", concluye.
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