Hermanos deben subir un cerro para conectarse a sus clases online
Puntual a las 08:00 horas de cada día, Manuel y su hermano Andry se preparan para ir a estudiar. Ambos están con clases online, pero para estar presentes y conectados deben llegar a la punta del cerro, literalmente.
Caminan todos los días hasta un sector ubicado en Las Minillas Altas de Vicuña, en la región de Coquimbo. Muchas veces llevan un par de cajones de fruta y una mesa sobre una carretilla. Cuando el reloj ya marca las 08:30 horas, deben estar conectados a clases.
Los dos menores no están solos, porque su madre los supervisa mientras espera sentada. Un apoyo fundamental, porque sus hijos deben aprender en plena pandemia.
"Es bien sacrificado, pero se puede, se puede y se complementa con todo. Una como mujer es especialista en hacer muchas cosas a la vez: estar acá, ver a los niños, ayudar", asegura Verónica Azola, la madre.
Una foto que se hizo viral
Fue justamente ella quien publicó una foto con sus hijos estudiando en el cerro, una situación que jamás pensó se difundiría. Lo hizo con la intención de mostrarle a sus más cercanos que ellos estudiaban al aire libre, a diferencia del resto de los niños.
"No estamos tan encerrados como allá en la casa y, a veces cuando estamos conectados, siempre me preguntan 'dónde estoy'. Como ellos son de allá, yo les digo que estoy en el campo con los animales", comenta Andry Rivera, uno de los hermanos que estudia en el cerro.
Una gran hazaña
No hay dudas que lo protagonizado por estos estudiantes es una gran hazaña. Si bien el cerro es el único punto donde llega señal, esta solo les dura hasta las 11 de la mañana. Luego la conexión se corta y son los profesores quienes deben mandarles las guías por WhatsApp.
Sus clases terminan a las 13:30 horas, pero como la señal se va antes, recogen sus cosas y vuelven a casa a cuidar los animales. Ayudan a su padre, quien alimenta a las cabras y prepara los quesos que bajan a vender a la ciudad de Vicuña.
"Me crié en esto, así que ahí estoy... luchando también para que ellos estudien, ver si ellos llegan a tener una carrera, que estén mejor que nosotros y no vivan de esto", sostiene Manuel Rivera, padre de los niños.
Otras complicaciones
Andry cursa octavo básico y su hermano está en sexto. Mientras la cuarentena siga en la localidad, ellos deben continuar con sus clases en línea. Pero la dificultad aumenta para ellos, porque además de ir al cerro a estudiar, no tienen electricidad en ese lugar. Lo ideal sería que pudieran -al menos- tener un generador eléctrico.
"Tenemos un aparatito pequeño que es solar, pero no es suficiente. La carga es muy lenta, entonces a veces hay que ir al pueblo a cargarlos", relata la madre.
68% de los estudiantes con dificultades para conectarse a clases
Estos pequeños pertenecen al 68% de los estudiantes que, según un estudio de la Universidad de Chile, experimentan dificultades para conectarse a clases y participar en ellas.
La investigación, apoyada por Unesco, detectó que en las escuelas municipales, 60% de las niñas y el 73% de los niños tienen dificultades con la educación remota.
Sin embargo, para esta familia del sector rural de Vicuña no hay imposibles. Los hermanos Rivera seguirán asistiendo a sus clases online. Día tras día llegarán al cerro para poder conectarse y es así cómo seguirán aprendiendo, hasta que algún día puedan volver al colegio con sus profesores y amigos.
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