Familia de Tomás ingresó denuncia a Carabineros a la hora y media después de su desaparición
A más de 96 horas de su desaparición, tanto la policía como efectivos de las Fuerzas Armadas siguen buscando a Tomás Bravo, el niño de apenas tres años a quien se le perdió el rastro el pasado miércoles 17 de febrero en la comuna de Lebu, región del Biobío.
Este domingo las tareas se centraron en la toma de fotografías en la zona de búsqueda por parte de un avión especializado de la FACh, logrando una totalidad de 190 imágenes en alta resolución que serán procesadas para conocer sus resultados.
Adicionalmente, un nuevo antecedente fue dado a conocer durante esta jornada, lo que ha servido para rearmar cómo fueron las circunstancias que terminaron con la desaparición del menor.
El revelador antecedente
Se supone que Tomás desapareció a las 19:30 horas del miércoles mientras estaba en el cerro cercano a su domicilio con su tío abuelo, quien ha dicho que lo dejó solo durante algunos minutos mientras iba a buscar a unos animales.
Al regresar al lugar, vio que el niño no estaba. Pensó que habría regresado a su casa y tampoco estaba ahí. Pasaron los minutos sin saber de él, hasta que la familia decidió recurrir a Carabineros, ingresando una denuncia por su desaparición a las 21:05 horas del mismo miércoles, es decir, poco más de una hora y media después de que se perdiera el rastro del pequeño.
Por su parte, el tío abuelo visitó a una tarotista para saber dónde estaba el menor, cuya llegada fue cerca de la medianoche del jueves. Cabe recordar que el sujeto había declarado que la visita a la especialista la había realizado minutos después de perder a Tomás, por lo que contradice su versión inicial.
"Hay cosas que coinciden bastante"
Sin embargo, en las pericias de este domingo participaron también efectivos caninos, los que entregaron otro dato importante sobre la declaración que dio el tío abuelo: "Según lo que nos entregó el animal, hay cosas que coinciden bastante. No me atrevo a confirmar esto, porque sería una responsabilidad de mi parte", aseveró Francisco Candia, presidente de la ONG Grim Talca.
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