"No queremos ser Colchane": Comuna de Ollagüe atemorizada por masiva llegada de migrantes
Durante el último mes, la comuna de Colchane concentró miles de migrantes que llegaron a la zona norte de Chile de manera irregular. Acompañados de sus familias, incluso niños, cruzaron la frontera y tocaron suelo nacional esperando mejorar su calidad de vida.
Desde la semana pasada comenzaron las expulsiones vía terrestre y aérea, cuyo primer grupo fueron los 138 extranjeros que se encontraban en la localidad de la región de Tarapacá. Sin embargo, mientras ellos se van, otros están llegando también al norte chileno, pero a unos cuantos kilómetros más al sur.
Con estos antecedentes, Colchane poco a poco deja de ser el foco de la migración ilegal y entrega su protagonismo en esta crisis migratoria a Ollagüe, en la región de Antofagasta, en donde también están tratando de ingresar por uno de los más de 70 pasos no habilitados.
El relato de un indocumentado
Muchos están caminando más de 800 kilómetros para cruzar los límites fronterizos y entrar a Chile clandestinamente. Calama es el objetivo de quienes intentan ingresar por los múltiples pasos no habilitados en la región de Antofagasta.
"Las bajas temperaturas son muy fuertes. En el día, el sol es demasiado inclemente, estamos todos quemados. Y en la noche, el frío no se soporta. No tenemos muchas cosas para abrigarnos porque las perdimos cruzando el paso", comenta un ciudadano venezolano que prefirió dejar su identidad en el anonimato.
Él llegó a Chile hace algunos días junto a su familia por las cercanías de Ollagüe. Denuncia una serie de irregularidades que hoy lo tienen en nuestro país.
"900 dólares cobran por persona. Nos dijeron que nos iban a llevar hasta Santiago, son supuestas agencias de viaje... pero realmente están lucrando con la situación que estamos viviendo los venezolanos", agrega. Todo iba de acuerdo a su plan hasta que llegó a Bolivia: "Ahí se desentendieron".
La crisis en Colchane hizo que buscara otras alternativas. Fue en ese momento en que le recomendaron caminar hasta la altura de la región de Antofagasta: "Por donde nos metieron habìa que saltar varias cosas, yo tuve que cargar a mi niña y los bolsos. Me quedé con lo más basico y necesario". Finalmente, ingresó caminando alrededor de 800 kilómetros en pleno desierto.
"Ser un inmigrante no es fácil. Somos seres humanos, por más que estés irregular o no, somos hijos de Dios. A veces hay que tener un trato más humano, porque no somos animales", concluye el hombre, que aún no se denuncia para no ser expulsado de Chile.
Ollagüe teme convertirse en el nuevo Colchane
Actualmente, Ollagüe tiene 200 habitantes, quienes temen convertirse en el nuevo Colchane, ya que el ingreso de migrantes irregulares no se detiene.
"Nunca me había tocado presenciar que cruzaran extranjeros por los pasos que estamos patrullando. Cuando hablamos con Carabineros, nos dijeron 'detectamos 22 personas' y anteriormente habían detenido a16 personas más", señala Diego Latorre, militar subteniente de la Brigada Calama.
Dicha unidad militar confirma que muchos extranjeros optan por esta ruta y que la ola migratoria también ha llegado hasta esta localidad, algo que les preocupa por lo difícil que es controlar a todos.
Los vecinos se sienten atemorizados: "Nosotros tenemos miedo por esa enfermedad que pueden traer, por el covid. Aquí al lado hay hotel, entonces quieren alojamiento pero al lado está todo alquilado", comenta Octavia Mendoza.
''Llegan acá y pasan hambre, después los mandan en camiones a Calama a hacer cuarentena. La otra vez llegaron a la comisaría varios inmigrantes, andaban con niños. Para mí es una lástima, a mí me da pena", agrega otro residente.
No hay hospedaje ni dónde comer
Ollagüe cuenta con escasos servicios y un solo consultorio, atendido por dos paramédicos. Bernardita Hernández es una de ellas: "Vienen con niños y hasta con bebés, llegan con deshidratación, caminan más de 15 horas en la noche con temperaturas súper bajas. No comen y nosotros mismos tenemos que reunir cosas para poder alimentarlos".
Preocupada por las crisis migratoria, señala que las instalaciones del consultorio no dan abasto: "Si pasaran 60 personas en un día y diez se agravan, no podría atenderlos acá. Tendría que ver quién está más grave".
¿Qué dicen las autoridades?
Las autoridades también temen que se repita lo de Colchane y que no puedan hacer nada, situación que ven cada vez más cercano por el aumento de personas durante las últimas dos semanas.
"Vemos con preocupación el aumento que hemos experimentado. Carabineros nos ha informado que han pasado 50 personas en total. Esperemos que esto no siga aumentando, porque no queremos transformarnos en el Colchane de la segunda región", manifiesta Jorge Berríos, alcalde de Ollagüe.
El edil sabe que pese al esfuerzo por controlar la frontera, la geografía hace que sea muy difícil detener una entrada masiva de migrantes. Son 76 kilómetros de extensión en esta parte del desierto, que deben ser resguardados.
"Existen al menos diez puntos de entrada no habilitados que son bastante extensos (...) no existe la cantidad de personal necesario para regular el ingreso de personas por pasos clandestinos", complementa.
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