"A un paso de la muerte": Motoqueros rescataron a 23 venezolanos perdidos en el desierto
Sin zapatos, sin agua, sin ganas de respirar ni de caminar. "A un paso de la muerte", así relata Fuad Garrido el estado de los 23 venezolanos que rescató con su grupo de motoqueros tras pasar pasar tres días deambulando por el desierto.
El grupo de inmigrantes, en el que incluso había niños y bebés, cruzó desde Tacna por un paso no habilitado. Les dijeron que Arica se encontraba a solo tres horas de caminata, pero se perdieron y enfrentaron la crudeza del desierto y el peligro de los campos de minas antipersonales cercanos a la frontera con Perú.
Salvados por los motoqueros
Fuad Garrido pertenece a un grupo de la ciudad de Arica que practica el motocross enduro llamado "Team Tuareg". El grupo se junta cada domingo a recorrer una ruta que denominan "La Frontera" en pleno desierto, pero el 13 de septiembre se llevaron una gran sorpresa.
"Llevábamos un buen tiempo recorriendo 'La Frontera' hasta que decidimos descansar en la cima de una loma... Fue en ese lugar donde vimos bien a lo lejos unos bultos moviéndose. 'No puede ser', dijimos. Quién podría estar en un lugar tan lejos. Estamos hablando de unos 28 kilómetros desde Arica", recuerda Garrido en conversación con Las Últimas Noticias (LUN).
Al acercarse el grupo se encontró con cinco adultos y un bebé. El grupo de venezolanos llevaba tres días dando vueltas por el desierto. "Estaban deshidratados y rendidos, quemados por el sol. No tenían ni ganas de hablar. Pero una de las mujeres nos dijo que había más personas extraviadas y que estaban peor que ellos", dice Garrido.
"Se habían resignado a morir ahí"
Sin posibilidad de contactar a nadie para pedir apoyo, los motoqueros se dividieron en dos y orillando los cerros para no encontrarse con alguna mina antipersonal avanzaron unos 15 kilómetros encontraron un segundo grupo conformado por seis mujeres tendidas en la tierra y sin energía tras pasar dos días sin tomar agua.
"Nosotros les dábamos lo que teníamos y se lo bebían desesperadas. No se podían mover ni poner de pie siquiera. Yo creo que ya se habían resignado a morir ahí mismo. Impresionantemente nos dijeron que había otro grupo de extraviados, el tercero, que estaban peor que ellos", relató Garrido a LUN.
El tercer grupo
El tercer grupo de inmigrantes extraviados se encontraba en medio de las quebradas, allí no corre viento y las temperaturas pueden llegar a los 40 grados. Para ese momento uno de los miembros del equipo que es mayor retirado del Ejército fue a buscar ayuda a un puesto fronterizo y volvió junto a una patrulla de uniformados.
Lamentablemente ningún vehículo militar tenía capacidad para ingresar a las quebradas y nuevamente los motoqueros partieron al rescate.
"No podíamos creer que, efectivamente, estas personas estaban peor que todas las demás. Había niños del porte de mis hijos que estaban lánguidos, como si fueran muertos vivientes. Había lactantes que eran sostenidos por mujeres que lloraban yo creo que sin poder soltar lágrima, de lo deshidratada que estaban. Había un hombre que se derrumbó al vernos. No podía más", cuenta Garrido.
"Fue demasiado desgarrador"
Tras encontrar al último grupo, trasladaron a todos hacia un camino en donde pudieran transitar vehículos militares para ayudar con el rescate. Hoy los 23 venezolanos se encuentran viviendo en una residencia sanitaria de Arica.
"Después que los rescatamos a todos, recién ahí reflexionamos en lo que había pasado y me puse a llorar. Fue demasiado. Nadie se merece pasar por lo que pasaron esas personas. Y esos niños, pobrecitos. Es un orgullo haber podido ayudarlos, pero fue demasiado desgarrador", dice finalmente Fuad Garrido.