Mañalich y la 'nueva normalidad': "Fue una expresión adecuada para el momento que vivíamos"
¿Qué pasó?
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, analizó la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, abordando entre otras cosas, lo que viene en el escenario mundial en relación a una futura vacuna y a la expresión nueva normalidad, utilizada por el Presidente Sebastián Piñera cuando anunció el plan "Retono Seguro".
¿Qué dijo?
El Secretario de Estado, señaló con respecto al futuro de la pandemia, que "lo probable es que, si no tenemos vacuna, haya ciclos de enfermedad que puedan prolongarse por años" y agregó que "la forma en que se resuelva la guerra de las vacunas, va a marcar el futuro".
“Nueva normalidad”
Por otra parte, Mañalich aseguró que “hay que entender que nadie es infalible. Creo que la expresión del Presidente de la República en el sentido de decir 'nos estamos preparando para una nueva normalidad' fue una expresión adecuada para el momento que vivíamos. Los hechos después lo contradijeron", consignó Emol.
Además dijo que, en su opinión, "¿cuál es el sentido que Aysén no tenga clases? Tiene que haber mucha gente infectada al lado mío, esa es la única manera (de contagiarse), o tengo que andar en Metro, qué sé yo. En Aysén, en una escuela rural o en algún poblado de la región de Magallanes e incluso en Punta Arenas, ¿es el momento de hablar del retorno a alguna normalidad? Es el momento", aseveró.
Asimismo, manifestó que "yo entiendo que estamos en Santiago y miramos todo desde la perspectiva de Santiago, pero si uno mira Chile, Arica ya terminó con el problema y estoy seguro que Antofagasta va a terminar muy luego. En cada uno de esos lugares hay que diseñar, y perdón que lo diga, un traje a la medida de retorno paulatino y seguro a una nueva normalidad. ¿La cosa va a demorar en Santiago? Va a demorar mucho más porque tenemos un brote muy difícil".
La situación de Santiago
Con respecto al aumento de casos en la Región Metropolitana, Mañalich sostuvo que “la vigilancia sobre Santiago se relajó un poco y ahora tenemos las consecuencias de eso. Puede ser que el invierno, que la temperatura haya caído un poco y haya influido, pero en definitiva no logramos una consonancia con la ciudadanía en la que la mayoría adhiriera voluntariamente, como ocurre en países de otro tenor cultural y con otra valoración del Estado".
"Yo asumo responsabilidad en ello, tal vez nos calmamos un poco, fuimos menos obsesivos, dejamos de asustar a la gente, le dijimos 'no se preocupe, la primavera ya llegó'”, expresó.
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