Tratamiento de Plasma Convaleciente: Primer chileno recuperado con plasma de pacientes que ya superaron el virus
¿Qué pasó?
En medio del difícil panorama por los efectos del coronavirus en Chile, aparecen historias esperanzadoras como la de Andrés Meza, el primer recuperado de la enfermedad tras recibir un novedoso tratamiento con plasma de pacientes que ya han superado el virus.
Andrés, médico cirujano del Hospital de San Antonio, se contagió de COVID-19 y estuvo cerca de la muerte pero pudo superar la enfermedad, gracias a un tratamiento que podría convertirse en la salvación de muchos pacientes críticos, un tratamiento de Plasma Convaleciente.
Solo 24 horas después de recibir el innovador tratamiento recuperó sus fuerzas, mejoraron sus exámenes y logró salir de la condición crítica en la que estaba.
En momentos oscuros por la gran cantidad de contagiados graves por coronavirus en nuestro país, Andrés contó su esperanzadora historia a Meganoticias.
Recuperación de Andrés
"El virus me la estaba ganando definitivamente, hubo muchos momentos en los que yo pensé que simplemente iba a morir", así relata Andrés los días previos a recibir el tratamiento de Plasma Convaleciente.
El joven agrega que "la noche anterior, yo sabía que me iba a morir. La mañana después, yo sabía que iba a vivir".
En los momentos críticos, Andrés recibió el llamado del jefe de Hematología de la Fundación Arturo López Pérez. Querían que fuera el primero en Chile en intentar un nuevo tratamiento con plasma de pacientes recuperados.
Aceptó, se le suministró y todo cambio. "Duermo dos horas, despierto a las nueve y despierto como si fuera otra persona (...) con fuerza en las manos, con energía, con buen ánimo ", confiesa Andrés sobre el tratamiento que le salvó la vida.
¿Cómo funciona el tratamiento de Plasma Convaleciente?
El sistema consiste en que que a un paciente recuperado de COVID-19 le sacan una muestra de sangre en la que dejan sus anticuerpos.
Son esos mismos anticuerpos los que luego se utilizan para combatir el virus en un paciente crítico.
Con esto, un paciente recuperado le presta sus anticuerpos a alguien enfermo y que no ha generado defensas para la enfermedad.
Una nueva oportunidad para aquellos pacientes críticos, una llave para una enfermedad de la que nos falta mucho por conocer, pero que que tiene en el plasma convaleciente una oportunidad de salvar vidas cuando el tratamiento así lo recomienda y el cuerpo del paciente lo acepta.
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