Jaime Mañalich: Defensores y detractores evalúan su gestión en el Minsal
¿Qué pasó?
Aunque la incomodidad con el estilo del ministro Jaime Mañalich durante la pandemia del coronavirus es transversal, tiene sus defensores en el Congreso, parlamentarios que lo acompañan en la Comisión de Salud justifican sus capacidades, mientras que desde el mundo municipal practicamente se resignaron.
El Ministro de Salud no es un lobo solitario, pero tampoco es de los que tienen tantos amigos que lo defiendan, un partido que lo blinde o un gremio que esté a su favor. Lejos de eso, hasta a sus compañeros de Gabinete les cuesta defenderlo.
Hace 315 días, cuando este médico cirujano con especialidad en nefrología llegó al Gabinete del Presidente Piñera por segunda vez, la Unión Demócrata Independiente (UDI) miraba con recelo que un supuesto "cercano" a Renovación Nacional (RN) se instalara en uno de los ministerios sectoriales más influyentes.
Mañalich y sus defensores
Lo cierto es que hoy, ningún partido se atrevería a decir que Mañalich es uno de los suyos, pero si algunas voces políticas lo defienden a ultranza, pese a las polémicas.
La Comisión de Salud en el Congreso es la segunda casa de un ministro, allí los gremialistas Jaime Bellolio y Javier Macayase han convertido en sus escuderos, pese al incómodo apodo que la líder del partido le asignó a Mañalich: "El demonio de Tazmania".
Menos simpatía causa en RN, pasaron del amor al odio cuando Mañalich decidió sacar a algunos miembros del partido de puestos clave en el Ministerio. ¿El caso que más dolió? La ex Seremi de Salud Rosa Oyarce.
Mañalich y sus detractores
Tal vez el episodio con la Alcaldesa Barriga es el símbolo de la tensa relación entre Mañalich y los ediles. El capítulo se intentó dejar atrás, pero hoy el titular de Salud apunta a los alcaldes por los niños que no han sido vacunados, a raíz de la suspensión de clases. Puente Alto, La Florida e incluso Las Condes ha tenido su encontrón con Mañalich.
Por su parte, el gremio médico empezó con el pie izquierdo su relación con él y aunque hubo bandera blanca, duró poco, ya que el tono del Ministro le pasó la cuenta.
Así es Jaime Mañalich, detractores y defensores concuerdan en que su personalidad no va a cambiar pero, para bien o para mal, es quien tiene el timón en el combate al coronavirus y ellos tendrán que navegar en las aguas que decida.
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