La trastienda del adiós de Rosa Oyarce
¿Qué pasó?
Su delantal blanco, su tono tranquilo y pedagógico, además de sus convocatorias de prensa para clausurar locales de comida que no cumplían la norma sanitaria, usando el tradicional cartel "prohibición de funcionamiento", convirtieron a la Seremi de Salud Metropolitana, Rosa Oyarce, en uno de los personajes más mediáticos de los gobiernos del Presidente Piñera. El problema es que en medio del combate contra el coronavirus, esa atención de las cámaras comenzó a incomodar en el mismísimo ministro de Salud, Jaime Mañalich. Pero no solo eso, comentan desde Palacio, tras varias falencias de gestión, el titular de la cartera decidió removerla del cargo mientras cumplía su cuarentena preventiva por Coronavirus en casa.
La autoridad sanitaria esperaba que esto no se convirtiera en tema e incluso le ofrecieron a la tecnóloga médica algunas opciones para seguir colaborando con el Gobierno. Sin embargo, en su partido, Renovación Nacional, hicieron estallar el rumor la mañana de este miércoles en el Congreso, lo que fue pregunta obligada en la vocería diaria que realiza La Moneda para notificar el número de contagios y las medidas que se están tomando en medio de la pandemia. “El ministro le pidió que se incorpore al ministerio de Salud para trabajar en el plan Covid-19, donde se dirigen todas las estrategias”, precisó la Subsecretaria Paula Daza. Esa es solo parte de la historia.
Fuentes del Minsal aseguran que el estilo "Oyarce" incomodaba hace tiempo. Su agenda propia la llevó a tener desencuentros con el propio jefe de la cartera de Salud e incluso con el Intendente Felipe Guevara. Le critican descoordinaciones con los alcaldes en temas sensibles como la distribución de vacunas, además de las cifras de contagiados por COVID-19 en la Región Metropolitana. La renuncia se la solicitaron el 26 de marzo, misma fecha en que la seremi celebraba su cumpleaños en casa. Para esos días, el nombre de Daniela Zavando como su reemplazo, pasaba de ser algo temporal a un hecho definitivo.
La ahora exseremi de Salud hizo sus descargos esta mañana en entrevista con el matinal "Bienvenidos". " Creo que una persona como yo, que me he sacado la mugre por la gente, no merecía ese trato”, aseguró una dolida Oyarce, revelando parte de la trastienda sobre su última conversación con Mañalich: "ya en febrero me habían soplado que este tema podría ocurrir porque yo me tomaba atribuciones. Pero la autoridad sanitaria no se toma atribuciones, las tiene”.
La propuesta de sumarse al equipo asesor sobre el COVID-19, no le simpatizó mucho: "lo voy a analizar y pensar, porque no es una decisión que la voy a tomar en este minuto, porque yo estaba en un cargo político”. Por eso, Oyarce plantea que esa responsabilidad “es de nombre del Presidente de la República”, algo muy distinto a esta oferta que le hizo el Minsal.
Y es que de estar en la primera línea en terreno, a pasar a un cargo más bien académico, no va con el conocido estilo "Oyarce". “Nunca he tenido mala relación con él (ministro) ni con la subsecretaria. Siempre van a haber discusiones en los equipos, siempre van a haber diferencias de opinión, porque yo soy una mujer que conozco el tema, he estado toda mi vida en la trinchera”, puntualizó la militante RN.
Según comentan desde el Gobierno, Rosa Oyarce había solicitado explícitamente ocupar la dirección del Instituto de Salud Pública, cupo vacante desde que María Soledad Vásquez tuviera que dejarlo por conflicto de interés, lo que fue rechazado desde el Minsal.
En su partido apuntaron los dardos al ministro Mañalich y creen que la decisión fue injustificada. El timonel RN y uno de sus principales promotores ante el Gobierno, Mario Desbordes, prefirió ser cauto y limitarse a decir que no compartía la decisión. Mientras que el diputado integrante de la comisión de salud, Andrés Celis, planteó que el exceso de protagonismo "bien ganado" por la exseremi, "le incomodaba al Ministro" y que "no existe ningún mérito" para la decisión.
Otras autoridades que han cometido errores, de momento, no corren con la misma suerte de Oyarce. A la misma subsecretaria Daza se le consultó esta mañana por el caso de la Seremi de La Araucanía, Katia Guzmán, también militante de Renovación Nacional, quien resultó ser portadora del virus y no tomó precauciones para evitar contagios con su equipo e incluso la prensa. Además, se negó a declarar en el marco de la investigación que lleva la Fiscalía en la región por ese episodio. Ella de momento, sigue en su cargo.
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