La carrera a contracorriente de la alcaldesa de Maipú Cathy Barriga
Se levanta a primera hora, usualmente cerca de las siete de la mañana ya está operativa. Atiende a su familia y pasa directamente a su teléfono para responder las inquietudes de los vecinos de Maipú en las redes sociales y dar instrucciones a su equipo municipal. De esta manera Cathy Barriga parte su jornada de trabajo como alcaldesa, quien por estos días ha estado en el foco de las críticas por su manejo en el marco de la crisis sanitaria, particularmente, por informar de los fallecidos en su comuna a causa del Coronavirus.
Sus cercanos sostienen que no le gusta estar “encerrada” y por eso prioriza estar en terreno, lo que potenció en medio de la crisis social y ahora para hacer frente al virus. Es reacia a dar entrevistas, de hecho, no va a un set de televisión hace tres años y solo realiza contactos desde Maipú. Su sello, afirman las mismas fuentes, es tener siempre disponibilidad con las personas de su comuna, a tal nivel, agregan, que le entrega su número personal a los vecinos y vecinas para que la llamen directamente si es que tienen un problema.
“Yo no soy política, estoy con la gente”. Ese, de hecho, ha sido su constante discurso, en estos más de cuatro años como líder del municipio. Sus cercanos y -los no tanto- aseguran que la licenciada en psicología ha tenido una carrera marcada de “grises”, por su atípica y polémica conducción.
El mundo millennial de Barriga en las redes sociales
“Alcaldesa de Maipú, ex - CORE, licenciada en Psicología, empresaria, mamá y esposa. Esfuerzo, amor y dedicación en todo”. De esta manera se describe Barriga en Instagram, uno de los canales que se ha vuelto el centro de información para su comuna tras la llegada del coronavirus, pero que para el Gobierno se ha convertido un dolor de cabeza.
Los polémicos anuncios de la alcaldesa, que son vistos por sus 780 mil seguidores, han generado revuelo y más de una crítica, puesto a que Barriga no se ha contenido al informar los casos de fallecidos en Maipú por el coronavirus. Esto, sin avisar previamente a la autoridad sanitaria.
“Me encuentro acá en el cementerio El Sendero en Maipú, acabo de bajarme del auto y con todo el respeto que se merece la familia a la que estamos acompañando hoy, que el ministro Mañalich diga que la alcaldesa miente: ministro no oculte información. Tengo el certificado de defunción acá estoy con la familia”, señalaba la jefa comunal el pasado domingo, luego de asegurar que se registraba una segunda muerte por COVID-19 en la comuna, lo que fue desmentido -a los pocos minutos- por el ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien la acusó de mentir y aprovechó la oportunidad para emplazar a todos los alcaldes a que “no se está en campaña”.
La tensión escaló hasta el Whatsapp de la UDI, partido que le otorgó a Barriga un cupo para su candidatura en 2016. En ese chat, según reveló Meganoticias, su esposo, el diputado Joaquín Lavín instó al Presidente Sebastián Piñera a que le solicitara a Mañalich que pidiera las disculpas correspondientes.
“El ministro Mañalich se equivocó no puede descalificar de esa manera a un alcalde o alcaldesa del sector. Ella es una gran jefa municipal, es trabajadora, es eficiente, es cercana a la gente de su comuna y creo que ha hecho una gran gestión. Si en algún momento cometió un error tiene que saber corregirlo”, afirmó la presidenta del partido, Jacqueline Van Rysselberghe, respecto al rol que ha cumplido Barriga a cargo del municipio en medio de la crisis sanitaria.
La atípica y solitaria carrera de Barriga
En 2016 y con la primera mayoría de los votos (36,29%), Barriga destronó de su cargo al entonces alcalde DC Christian Vittori, iniciando su carrera como jefa comunal y dejando sus labores de consejera regional.
Sin embargo, desde que arribó a la comuna tuvo que enfrentar varias polémicas: Los despidos injustificados de más de 470 funcionarios municipales desembocaron en una serie de querellas ganadas por aquellos trabajadores que debieron ser reincorporados, generando grandes gastos por parte de la municipalidad.
La Contraloría también ha sido un permanente fiscalizador para la alcaldesa ante sus inusuales intervenciones en el municipio: La promoción de lentes durante su ejercicio como funcionaria municipal, los gastos excesivos durante su presentación en la cuenta pública, compra de peluches, el uso desmesurado de su imagen personal para actividades y también intervenciones por las que fue multada como el llamado “Kiki Challenge” el 2018, quedaron en la lista negra de momentos incómodos para su carrera.
“Son actos atípicos. Ningún alcalde lo ha hecho. Ella como que innova con un estilo más personal o más cercano que está fuera de los márgenes de la utilización de los recursos públicos”, señala el diputado del distrito Pablo Vidal, de Revolución Democrática.
En el entorno de Barriga aseguran que su exposición mediática ha generado “amor y odio” en la comuna. Afirman que su trabajo es “bastante solitario”, con un equipo de confianza reducido y alejada de los propios parlamentarios de la comuna y dirigentes sociales que representan a Maipú.
“Yo no tengo mucho contacto con la alcaldesa, no tenemos mucha participación en las actividades de ella. Mi familia es de Maipú y uno podrá opinar en términos quizás más locales sobre su trabajo en la comuna”, señala el Presidente de RN, Mario Desbordes.
En una línea similar se manifiesta la dirigente de Somos Marea, Tatiana Urrutia. “Desde inicios de su mandato es conocido que dirigentes han pedido un sinnúmero de reuniones y netamente no escucha. Prefiere el trato directo con las personas y saltarse usualmente a las organizaciones sociales. Yo creo que a parte de su manejo comunicacional, sin embargo, la puesta en escena del trabajo lo hace bien y creo relevar el hecho de las mujeres en el poder es algo que ninguna mujer puede desconocer por su vida de trabajadora y madre”, sostiene.
La brigadista Barriga
“Brigada Epidemiológica de Aislamiento Social”. Con este nombre, la alcaldesa bautizó a su equipo para liderar la crisis sanitaria. El grupo circula día y noche entregando alimentos y suministros a los vecinos de Maipú y ayudando también en el traslado de pacientes contagiados por el coronavirus.
Una tarea que, según transmiten en su entorno y otros jefes comunales, ha sido “empañada” por la “ansiedad” de Barriga. Esto, por ejemplo, a la hora de informar fallecimientos a causa del coronavirus. Un cuestionamiento que, en el caso del segundo anuncio de la alcaldesa, el diputado Vidal se restó. “Yo he estado bien cerca de este caso y no he criticado a la alcaldesa porque conocí de primera fuente la situación de la familia y la familia está muy agradecida de ella. En ese caso en particular hubo mucha negligencia desde el Ministerio de Salud al punto que cuatro o cinco días del fallecimiento todavía no habían sido testeados y en todo ese proceso ha acompañado a la familia no solo material, sino que en el tema de la sepultura e incluso en la alimentación de la familia”, asegura.
El episodio, incluso, también contó con el respaldo su suegro y alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín. “Confío 100% en las intenciones de la Cathy. El ministro (Mañalich) debe ser más cuidadoso con las palabras. De repente dice palabras que a lo mejor se podrían decir de otra manera y explicar la situación. Los alcaldes tenemos una voz importante”, sostuvo.
El presidente de RN, en tanto, aseguró que “el Ministerio de Salud es el que debe llevar la información y ser muy cuidadoso. Con todo yo creo que Jaime Mañalich no debió haber contestado, bastaba y sobraba para decir que estaba equivocada, que no era efectivo”.
Pese a los altos y bajos de Cathy Barriga, la ciudadanía la mantiene ubicada como una de las figuras más destacada en las encuestas de opinión pública (88% de conocimiento en CEP 2019), e, incluso, es considerada como una de las cartas fuertes para potenciar una posible carrera presidencial, lo que la propia Van Rysselberghe mira con atención.
“Ella tiene una buena visión de la política. Yo fui alcaldesa y tiene una mirada especial. Además, ella ha tenido que demostrar su capacidad porque como muchas mujeres, ella tiene encima el estigma de tener que demostrar la eficiencia”, sostiene la timonel UDI.
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