Intendente Guevara por acusación constitucional: "No tengo nada de qué arrepentirme"
¿Qué pasó?
Luego de la presentación de la acusación constitucional en su contra, el intendente metropolitano, Felipe Guevara, dijo que no tiene nada de lo cual arrepentirse. A la autoridad se le imputa haber vulnerado la libertad de expresión, el derecho de reunión y el principio de legalidad.
¿Qué dijo?
En una entrevista con radio Universo, la autoridad señaló: “Llevo más de 30 años en el sector público y me parecería muy injusto ser destituido por una cosa que es absolutamente irresponsable e injusta. No tengo nada de qué arrepentirme en este asunto”.
A juicio del intendente, el libelo se trata de una medida contra el Gobierno: "Esto no tiene que ver conmigo, tiene que ver con el Estado de Derecho, con gente que se opone a que esté Carabineros en la calle, que está en contra de un Gobierno que fue elegido democráticamente. No me lo tomo como algo personal".
"Estamos hablando de un libelo que no tiene un peso, es bastante simplón desde el punto de vista jurídico, espero desmentirlo con los hechos, no tienen cómo demostrar que yo he estado en contra del derecho de reunión, de expresión. Nada más lejos de eso", aseveró.
Estrategia de copamiento
Acerca de la estrategia de copamiento, señaló que "es ridículo cuando he autorizado todas y cada una de las marchas, los espectáculos deportivos (...), no he restringido ninguna actividad que ha solicitado permiso. El derecho a reunión, ¿quién no ha podido reunirse en la Plaza Italia? Ahora, si le molesta reunirse al lado de Carabineros, eso es un problema personal, pero de reunirse yo he visto que se han reunido todos los días en la Plaza Italia", agregó.
Asimismo, dijo: "¿Quién puede pensar que el intendente o el ministro o alguien del Gobierno tiene esa facultad? No hay ninguna ley que permita eso (...). Yo lo que hice fue informar lo que iba a ocurrir, pero la decisión táctica, operativa de lo que se hace en el territorio, es de la policía, eso está en la ley".
Sin embargo, aseguró que tras la medida "el comercio volvió a abrir después de 60 días" y que, "de los siete días a la semana, hay seis que ese sector de la ciudad funciona con normalidad".
Por otra parte, reconoció haber recibido amenazas: "Sí tengo amenazas, (...), hice las denuncias correspondientes de las amenazas de muerte", añadiendo que las ha recibido a través de distintos medios, por lo cual lo informó a las policías y al Ministerio Público.
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