Conoce en qué consiste el plan integral para comer sano en colegios
¿Qué pasó?
Hace años que las cifras son preocupantes. Un ejemplo reciente. Chile es el segundo país de la OCDE con el mayor índice de obesidad. Estados Unidos lidera el ranking. Otro ejemplo, el 60% de los niños de quinto básico tiene sobrepeso.
La evidencia es irrefutable, por eso, desde varios sectores trabajan para bajar esos índices y promover la vida sana en el país. "Lo que estamos haciendo a través de cuatro talleres que se están impartiendo en Santiago, Concepción, Valdivia y Río Bueno, es enseñar temáticas de alimentación, nutrición y actividad física", explica Waldo Díaz, investigador de la Universidad San Sebastián.
Díaz es el líder de un proyecto financiado por Conicyt y que busca de manera integral fomentar la vida saludable en el país.
La iniciativa ya funciona en 4 regiones e involucra a los alumnos, a los profesores, a los papás y a los kiosqueros de los colegios. "A los niños les enseñamos cómo tienen que manipular los alimentos que llevan de su casa o cómo tienen que inspeccionar un alimento que compran en un negocio. Y bueno, con los papás hacemos lo mismo, pero se los enseñamos en las reuniones de apoderados", dice el académico.
La idea es que todas las personas que están cerca del niño tenga conciencia y conocimiento de los alimentos que deben comer.
¿Qué dicen los niños?
"No me gustan las verduras, pero estoy haciendo el intento", nos cuenta Juan en medio del recreo en el Liceo Arturo Pérez Canto de Recoleta. Juan y sus compañeros llevan casi un año escuchando a expertos que les explican lo importante de comer sano y hacer ejercicio. "Hay que comer verduras y proteínas", dice con convicción Santiago, quien nos confiesa, además, que ahora sólo una vez al mes compra comida chatarra. Alberto, también compañero de Juan y Santiago, nos dice "hay que moverse, no podemos quedarnos sentados". Todos ellos y sus papás saben de lo importante que es esto.
El rol del kiosquero
Los confites y todo lo que tenga sellos negros ya están prácticamente fuera de sus vitrinas, aunque algunos no cumplen la norma. "El nivel de infracción ha ido bajando, esta más o menos entre un 15 y 20%. La mayoría de las infracciones son por venta de alimentos con sellos al interior de los colegios".
Aunque no todos se adaptan, otros dan el ejemplo. Carlos García sacó todo lo que no es saludable de su kiosco, y lo hizo hace tiempo. "Se introdujo la ensalada que ha tenido muy buena venta y bueno la fruta que antes no pegaba tanto y ahora la compran más", nos cuenta Carlos, que reconoce una baja en las ventas desde que se acabaron los confites.
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