Del Campo y abusos de Poblete: Que un jesuita haya hecho eso es un drama inimaginable
¿Qué pasó?
Cristián del Campo, provincial de los Jesuitas en Chile, se refirió este miércoles en radio Infinita, al informe sobre los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Renato Poblete.
Al respecto, señaló que se trata de un “drama inimaginable”, que un jesuita hubiera cometido abusos “graves y sistemáticos”.
¿Qué dijo?
Del Campo, explicó respecto de las conclusiones, lo difícil que fue asumir los abusos cometidos por Poblete: “Que alguien de nuestra congregación haya podido hacer eso, ya en sí mismo, es un drama inimaginable” y que “uno siempre parte de no poder creer esto”.
Además, hizo un mea culpa indicando que “como organización, no tuvimos los controles y supervisiones necesarias para que esta persona, no manejara la cantidad de dinero que manejó, que fue un facilitador de los abusos”.
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“El Padrino”
Además, reconoció algunos comentarios que se hacían sobre el religioso: “Hay algunos que en esta declaración, de esas épocas, decían que lo encontraban medio seductor, picado de la araña, ese tipo de cosas. El sobrenombre por el cual, por lo menos yo y muchos otros jesuitas lo conocimos es por ‘El Padrino’, porque se juntaba con el político uno, con el empresario dos, porque se conseguía una donación, porque tenía contactos, por eso”.
"Lo conocí y me pareció siempre una persona muy agradable, muy simpática, muy encantadora, muy emprendedora y, de las pocas cosas que recuerdo, que hoy podría leer hacia atrás, es que era una persona que tenía una alta actividad social", reveló sobre la personalidad de Poblete.
“Nuestro mayor pecado es la soberbia”
Asimismo, Del Campo hizo una autocrítica por el actuar de la congregación: “Yo se lo he dicho a los jesuitas, nuestro mayor pecado es la soberbia, y creo que en esto nosotros hemos sido soberbios durante mucho tiempo para apuntar a otros miembros de nuestra iglesia, sacerdotes de otras congregaciones o del clero diocesano, o autoridades de la iglesia, por lo tanto es algo que debemos asumir y pedir perdón también”.
El caso de Marcela Aranda
El caso más emblemático fue el de Marcela Aranda y sobre aquello, el provincial declaró: "Evidentemente, por las cosas que Marcela declaró, en su momento, hay un primer momento de incredulidad, pero no respecto de ella, sino porque uno se enfrenta con la figura que está siendo acusada".
"En el fondo, el testimonio de Marcela Aranda fue, desde el primer minuto, creíble (...). Ella presentó un relato largo ante la comisión de escucha de la Conferencia Episcopal, y esa declaración por escrito, larga, en mi caso, por la experiencia de haber leído muchas declaraciones, uno también es capaz de adquirir alguna experiencia para ver cuáles relatos son coherentes y cuáles transmiten una verdad. A mí me pareció desde un minuto inicial un relato creíble", aseveró.
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