Caso Fernanda Maciel: Otros crímenes que han marcado la historia policial chilena
Tras 499 días de investigación, el Ministerio Público informó que este lunes 24 de junio fueron encontrados los restos de Fernanda Maciel, la joven de 21 años -con entonces 7 meses de embarazo- cuyo rastro se había perdido el 10 de febrero de 2018. El cuerpo fue encontrado en una bodega ubicada a metros del último lugar donde fue vista la joven.
Tras el hallazgo, se procedió a la detención de Felipe Rojas, quien era amigo de Fernanda y el principal sospechoso del crimen, puesto que realizaba trabajos en el recinto donde fue encontrado el cuerpo. Pese a las numerosas teorías que rodeaban a la muerte de Fernanda, es el cercano a la joven el único imputado por los delitos de homicidio, inhumación ilegal y de aborto.
Como el de Fernanda, son variados los casos de crímenes que han conmocionado a la opinión pública, debido a la estrecha relación entre victimarios y víctimas, muchos de los cuales incluso estaban unidos por lazos sanguíneos.
Los hermanos Rojo
Se trata de uno de los casos más estremecedores de la historia policial chilena. El 17 de enero del año 2008, Jeannette Hernández agredió con un martillo a sus hijos Esteban y Pablo Rojo, de 7 y 16 años respectivamente. El menor perdió la vida producto de las brutales heridas, mientras que el mayor resultó con daño neurológico permamente.
Según se estableció en la investigación, el móvil del crimen fueron los celos que sentía la mujer por la supuesta infidelidad de su marido, Pablo Rojo, con una cantante de rancheras de Puente Alto. Al respecto, el fiscal del caso, Pedro Sabaj, señaló que nunca pudo comprobarse dicho vínculo extra marital.
En enero de 2010, tras declararse su imputabilidad por el crimen, Hernández fue condenada por el parricidio del menor de sus hijos y el parricidio frustrado del mayor, recibiendo una pena de presidio perpetuo.
Caso Rocha
El 21 de febrero de 2008, el martillero público Jaime Oliva falleció dentro de su casa en El Quisco, la cual fue afectada por un incendio. No obstante lo anterior, la investigación daría lugar a uno de los casos más icónicos del último tiempo.
Esto luego de que se comprobara que el empresario y fundador de la Universidad Santo Tomás, Gerardo Rocha, también se encontraba en el lugar y fue alcanzado por las llamas. Las indagatorias arrojaron que Rocha asesinó a Oliva tras someterlo a diversos electroshock, sufriendo este un paro cardiorespiratorio.
Rocha, que murió tres meses después producto de las heridas que sufrió, habría ideado todo un plan por los celos provocados por una confesión de su mujer en la que aseguraba haber sido víctima de abusos de Oliva. Posteriormente se condenó Marcelo Morales y César Osores, exchofer y exguardaespaldas de Rocha como cómplices.
Incluso se maneja la teoría de que Rocha habría sido asesorado por el exjefe de la DINA, Manuel Contreras, a quien visitó en el Penal Punta Peuco en los meses previos, junto al investigador privado que contrató, Dante Yutronic, quien fue condenado por espionaje.
Ángel de Molina
Fue el 26 de agosto de 2015 cuando se encontró el cuerpo del pequeño Angel Isaías Márquez Zapata, de cuatro años, en un sitio eriazo de la comuna de Molina, región del Maule. Luego de tres días desde su desaparición, fue la madrastra del menor, Vanessa Trigari, quien confesó haber dejado el cuerpo en el lugar, aunque no el crimen. De hecho, la mujer culpó a su otro hijastro, de 11 años, de la muerte de su hermano.
La defensa de Trigari argumentaba que el menor de 11 años, jugando, introdujo a Ángel dentro de un bolso, en donde este se habría asfixiado. No obstante, las pericias realizas por el Servicio Médico Legal (SML) concluyeron que la muerte fue por asfixia del tipo homicida, además de la constatación de múltiples lesiones en cuello y costillas atribuibles a terceros. La mujer ya contaba con denuncias por maltrato al menor.
Durante le juicio, el Ministerio Público logró acreditar que la víctima sufría constantes agresiones por parte de su madrastra, quien además lo mantenía en estado de desnutrición. Además, se constató que hace más de tres meses no asistía al jardín. Vanessa Trigari fue condenada a presidio perpetuo, es decir, un mínimo de 20 años de cárcel efectiva.
Pese a que varias organizaciones defensoras de menores solicitaron que también se responsabilizara del crimen al padre, Freddy Márquez, al menos por omisión, la Fiscalía desechó esta posibilidad. El sujeto se defendía señalando que trabajaba en turnos de 10 días por 10 días libres, por lo que no se encontraba en el lugar al momento de los hechos.
Nibaldo Villegas
El más reciente de todos. El pasado 15 de agosto de 2018, pescadores del Puerto de Valparaíso hallaron un torso humano flotando en el mar, en las cercanías del Muelle Prat de la ciudad, luego de que fuera divisado por un bote de turistas.
Gracias al trabajo del Servicio Médico Legal (SML) se logró constatar que los restos pertenecían al profesor de 50 años Nibaldo Villegas, de Villa Alemana, quien se encontraba desaparecido desde el 10 de agosto.
El hallazgo de los restos de Villegas confirmó las teorías que desde un principio sus familiares sostenían: Habían terceras personas involucradas. Entre los afectados también se encontraba su expareja, Johanna Hernández, quien incluso publicaba en redes sociales estar "destruida" por el hecho.
Lo cierto es que tras la investigación del Ministerio Público se logró comprobar que fue la propia mujer junto a su nueva pareja, Francisco Silva, quienes asesinaron y descuartizaron a Villegas, repartiendo sus restos entre el sector de Las Docas, en Laguna Verde y El Empedrado.
Durante el juicio oral ambos acusados se culparon mutuamente del homicidio y de haber sido manipulados por el otro. Pese a esto, el Tribunal Oral en Lo Penal de Viña del Mar condenó a Hernández a una pena de presidio perpetuo calificado, por el delito de parricidio, y de presidio perpetuo simple a Silva, por el delito de homicidio calificado.
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