Denuncias por viralización de videos íntimos sobrepasan las 390: El 83% de las víctimas son mujeres
Un total de 391 denuncias por viralización de videos íntimos sin consentimiento recibió la Policía de Investigaciones (PDI) entre el 2017 y 2018, según el catastro realizado por la Jefatura Nacional contra Delitos Sexuales, encargado por la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Diputados.
En dicha instancia, precisamente, se discute un proyecto de ley presentado por las diputadas Maya Fernández (PS) y Maite Orsini (RD) que busca tipificar el delito de publicar registros íntimos sin el permiso de quienes aparecen en ellos.
Actualmente, la ley sólo sanciona la publicación de imágenes, videos o audios captados sin consentimiento del afectado. No obstante lo anterior, si alguien se graba junto a su pareja y luego viraliza dicho registro sin autorización de esta, no tiene sanción tipificada.
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VACÍO LEGAL
"La norma hoy en día sanciona las grabaciones de todo tipo, videos o fotografías, que son realizadas sin el consentimiento de la persona afectada. Luego, se penaliza si son difundidas. Pero ¿qué pasa con los videos que se realizan con el consentimiento de ambas partes, en la intimidad de la pareja, y después uno de los dos los difunde? Ese es el vacío legal que hay", expresó a La Tercera el comisario del Cibercrimen de la PDI, Cristián González.
Respecto a los afectados, la PDI detectó que un 83% corresponde a mujeres, mientras que el 17% restante corresponde a hombres.
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En su texto, el proyecto de ley propone la pena de "reclusión menor en su grado mínimo (61 días a 540 días) y multa de 50 a 500 UTM al que, habiendo obtenido con el consentimiento de otra persona imágenes, textos, grabaciones o audiovisuales de contenido sexual, que sean de aquella, las difunda por cualquier medio sin autorización del afectado".
Respecto al proyecto que impulsa, la legisladora Maite Orsini señala que "más que nunca, hoy es necesaria esta ley; queremos que nuestros y nuestras jóvenes puedan navegar e interactuar de forma segura. Lamentablemente, hemos sido testigos como sociedad de las consecuencias de la divulgación no consentida de fotografías y videos de carácter sexual, lo que genera humillación y mucha presión".
