La historia y sueños de una posible beneficiaria de viviendas sociales en la rotonda Atenas
La idea del alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, en la que se estudia la construcción de viviendas sociales en terrenos aledaños a la rotonda Atenas, es esperada por más de 1.400 personas que creen cumplir con los requisitos para ser parte del proyecto habitacional.
Esto pese a la polémica que ha generado en parte de los habitantes de la zona, quienes piden que se cancele la iniciativa argumentando que bajará la plusvalía del sector o que se generará caos vial.
Andrea Molina es una de las posibles beneficiarias de este tipo de programa. Ella es peluquera y vive hace más de 40 años en la comuna en compañía de sus 5 hijos y cuenta que rechazó la posibilidad de obtener un subsidio habitacional en Puente Alto, para no dejar la vida que ha formado su familia en Las Condes.
“A pesar de no compartir su postura política, el alcalde, aunque algunas veces se equivoque, hace cosas por los vecinos de la comuna”, señaló Andrea sobre la opinión que tiene sobre el edil, en declaraciones consignadas por La Tercera.
En 1978, Andrea llegó a vivir junto a su familia al sector de Tomás Moro con Fleming, desde Macul. Tras la crisis económica en 1983, su familia perdió gran parte de sus bienes y lo único que les quedó fue el departamento en donde está como allegada junto a sus hijas.
La separación de sus padres y los problemas económicos generaron que debiera abandonar sus estudios en un colegio privado para matricularse en el Liceo Simón Bolívar y es por eso por lo que valora la enseñanza gratuita para sus hijas en la comuna y también la calidad de la salud, ya sea en los Cesfam o en la Clínica Cordillera.
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El jueves pasado presenció una sesión entre el alcalde y los concejales en el que se buscaría terminar el proceso de aprobación del proyecto, incluidos los aspectos formales para participar por un cupo, por lo que supo que los requisitos de postulación fueron aprobados prácticamente de modo unánime.
Molina lo vio como otro paso para alcanzar el sueño de seguir viviendo en la comuna de la que ha sido parte por 40 años.