El duro cuestionamiento a la investigación del esqueleto minúsculo de Atacama
Esta semana se dieron a conocer los resultados finales del estudio sobre un diminuto esqueleto encontrado en Chile en 2003 y que en un principio se relacionó con un cuerpo extraterrestre (ver nota).
El investigador en genética de poblaciones y médica de la Universidad de Stanford (EE UU), Carlos Bustamante, que participó en la secuenciación y análisis del cuerpo, dio a conocer que el especimen es humano. Los resultados de esta investigación, publicados en la revista científica Genome Research, quedaron disponibles para la comunidad científica y medios de todo el mundo cubrieron la noticia.
Pero, al parecer, la historia no termina ahí.
La página etilmercurio.com, que agrupa investigadores chilenos, entre otras especialidades, ha cuestionado en un artículo el el procedimiento ético con el que se obtuvo el cuerpo y sus críticas llegaron hasta el New York Times.
En el texto se sostiene que "El periplo del cuerpo de la niña de La Noria ha sido cruel y trágico: se cobraba por sacarse fotografías con ella (la promo: una por 500 mil pesos, dos por 750 mil), documentales (Sirius) (5), radiografías por doquier, el uso de terminologías como «humanoide»...".
Se agrega que en la investigación nunca "se menciona la existencia de ningún permiso o consideración ética sobre la utilización del cuerpo para fines de investigación o científicos" y se cita la legislación chilena, la cual protege este tipo de hallazgo en lugares históricos, lo cual no habría sido respetado.
"Es más: esta norma exige que las excavaciones realizadas por grupos extranjeros involucren el trabajo de científicos chilenos, lo cual no ocurrió en este caso (Artículos 22 y 23 de la Ley Nº 17288)", se sostiene.
En este sentido, critican la publicación del estudio en la revista Genome Research por no tener "consideraciones éticas específicas sobre las autorizaciones que debe tener un trabajo de este tipo respecto al trabajo con humanos y con terceros países".
"Lo que aquí en verdad pasó es que se desenterró el cuerpo de una persona con múltiples deformidades físicas y su cuerpo fue exhibido todos estos años", añade el artículo, que también decide no publicar la imagen del cuerpo de la niña.
"¿Cuál es el valor de un cuerpo humano? ¿O acaso la dignidad se pierde después de unas pocas décadas del fallecimiento?", sentencia la publicación.