La historia del engaño de Pinochet al Papa Juan Pablo II para salir al balcón de La Moneda
REVISA EL ESPECIAL DEL PAPA EN CHILE
No se asomará al balcón de La Moneda con la Presidenta Michelle Bachelet, a pesar de que sostendrán un encuentro. Eso está confirmado. El Papa Francisco aterrizará el próximo lunes 15 de enero en Chile, donde estará hasta el jueves 18, y, a diferencia de lo sucedido en 1987 durante el viaje de Juan Pablo II a nuestro país, no lo veremos saludar a los peregrinos desde el segundo piso de la sede presidencial.
Y aunque Karol Józef Wojtyla, al igual que el actual sumo pontífice, había acordado no mostrarse junto al entonces presidente de facto, Augusto Pinochet, desde el balcón de la casa de Gobierno, una salida de guión pasó por encima del requerimiento.
Respecto a ese episodio, en 2009, el cardenal italiano Roberto Tucci, quien durante años organizó los viajes papales y murió en 2015, afirmó que Juan Pablo II fue engañado: cuando se preparó el viaje a Chile "por precisa disposición del Papa" se acordó con las autoridades que no se asomaría junto a Pinochet a saludar a la gente.
"Wojtyla era muy crítico con el dictador chileno y no quería aparecer junto a él", señaló Tucci al vespertino de la Santa Sede "L'Osservatore Romano".
"Cómo olvidar el rostro de Wojtyla cuando se dio cuenta de la jugada que le hizo Pinochet durante el viaje en Chile en 1987", recordó. "Lo hizo aparecer con él en el balcón del palacio presidencial, contra su voluntad", precisó.
Relató que durante una reunión privada entre el Papa y Pinochet en el palacio, quienes acompañaban al sumo pontífice fueron llevados a una sala anexa: "Yo tenía siempre a la vista la única puerta que conectaba el salón donde estábamos nosotros con el salón de ellos. Con una medida estudiada, los hicieron salir por otra puerta. Pasaron junto a una gran cortina negra cerrada -contó después el Papa furioso- y Pinochet hizo frenar a Wojtyla, como para mostrale algo. La cortina fue abierta de golpe y el Pontífice se encontró ante el balcón abierto sobre la plaza repleta de gente".
"No pudo retirarse, pero recuerdo que cuando se despidió de Pinochet lo congeló con la mirada", agregó.
En el caso del Papa Francisco, según explicó Benito Baranda, coordinador del Estado chileno en la visita, "quedó descartada la idea del balcón, sin que hubiera explicaciones al respecto".