PDI envió a Francia declaración de Nicolás Zepeda sobre el caso de japonesa desaparecida

La justicia chilena dio curso esta semana a la solicitud de asistencia internacional emanada desde el tribunal de Besancon. La Corte Suprema, ante la expectación periodística japonesa, notificó a Nicolás Zepeda Contreras que desde Francia requerían los movimientos de los últimos meses de su tarjeta de crédito.

El día 4 de diciembre del año pasado, el último que se vio con vida a Namuri Kurosaki, el chileno, su ex pareja, pagó cerca de 42 mil pesos por una cena en un restaurante de la zona de Ornans. Cámaras de seguridad lo situan a él y a la desaparecida estudiante japonesa saliendo del recinto. Minutos después ingresan ambos a la residencia de la joven. Al rato se ve salir solo a Zepeda. Curiosamente por una puerta trasera y en medio de unos matorrales. 

Testigos indican que la noche del 5 de diciembre escucharon desgarradores gritos de una mujer que provenían del jardín de la residencia. La pieza de Namuri estaba en orden. Sólo faltaba su computador y una maleta. Otros antecedentes, aún no confirmados, provenientes de Besancon indican que el rastreo del GPS del auto arrendado por Zepeda arrojó que al día siguiente el chileno habría comprado bolsas de basura y un bidón de bencina y se habría dirigido a un bosque. Después salió hacia Irlanda. De ahí a España y posteriormente retornó a Chile. Todas las diligencias para encontrar a la muchacha japonesa desaparecida en Francia han sido infructuosas hasta hoy. Por eso la justicia gala solicitará la extradición de Zepeda a quien presumiblemente se le acusaría de secuestro.

La declaración voluntaria de Zepeda a la fiscalía chilena, los movimientos de su tarjeta bancaria y su listado de salidas y entradas a aeropuertos internacionales, ya fueron remitidos a la justicia francesa. Mientras tanto en ese país, un grupo interdisciplinario de la policía sigue intentando ubicar a la bella joven nipona de 21 años.