Contraloría ordena sumario en Gendarmería por graves anomalías sanitarias en cuatro penales de Santiago
Por Jorge Molina Sanhueza
Graves anomalías sanitarias en la preparación de alimentos, comida almacenada junto a productos químicos y pago sobre los precios de mercado, entre otras irregularidades, acreditó la Contraloría en su visita a cuatro cárceles de la Región Metropolitana, por lo que ordenó un sumario administrativo.
El organismo fiscalizador, determinó que en los penales de Santiago Sur, Puente Alto, Talagante y Colina II no se cumplen con las mínimas normas sanitarias en la preparación de los alimentos para los internos, con el consabido riesgo de enfermedades.
La información consta en el informeNº83-que publica íntegramente AhoraNoticias.cl- en donde se detallan, por ejemplo, que las “centrales de alimentación no cuentan con las autorizaciones sanitarias correspondientes”.
Se suman a lo anterior” deficiencias en el tratamiento de los desechos, alimentos almacenados junto a productos químicos, irregularidades en zona de preparación de alimentos, debilidades en el sistema de evacuación de aguas residuales”, entre otros problemas.
Suma y sigue
También los fiscalizadores hallaron mal funcionamiento de los baños, “ventilación insuficiente para eliminar el aire contaminado en la zona de preparación de comidas,” y manipuladores “sin la indumentaria pertinente y sin capacitaciones”.
Según las conclusiones de Contraloría, existen también productos vencidos que se almacenan en las bodegas, lo que indica falta de control. Los pasillos, según el informe los pasillos están “obstaculizados y zona de seguridad ocupada”, lo que posibilita una situación compleja a la hora de una emergencia. Ello sin contar con irregularidades en el sistema eléctrico “y diferencias de alimentación entre los funcionarios e internos”.
La entidad revisora, “verificó que los precios pagados a través de convenio marco son superiores al promedio de mercado, observando que Gendarmería de Chile no lleva a cabo
acciones en orden a propender al ahorro en sus contrataciones”.
No es todo. Existen también “inconsistencias entre los productos solicitados por medio de órdenes de compra y los efectivamente recibidos, además de incumplimientos relativos a las fechas de pagos a los proveedores”.
En materia de trasparencia, la Contraloría también manifestó sus reparos. Por ejemplo, respecto de la Ley del Lobby. Si bien Gendarmería cumple en general con la normativa, no ha enviado la información sobre los sujetos pasivos al Consejo para la Transparencia.
Líquidos contaminados
En la cárcel de la zona Sur, se descubrió que “el área destinada a la limpieza de los fondos y utensilios empleados para la repartición de la alimentación de la población penal, se ubica físicamente entre las bodegas de acopio de víveres y la cocina, lugar donde además se encuentra el foso que contiene el triturador de desperdicios”.
Los funcionarios de Gendarmería que trabajan allí señalaron que la zona falla, al menos, cada seis meses “generándose una devolución de líquidos contaminados hacia los suelos de los pasillos y bodegas, habida consideración del stock crítico que se mantiene y la elaboración de los alimentos, que se encuentran en espacios contiguos”.
En Puente Alto, los tachos de basura no cuenta con tapa y la basura tampoco está dentro de una bolsa para mejorar la higiene. Todo ello viola las normas dictadas por el Ministerio de Salud al respecto, señala la Contraloría.
En Colina II, en tanto se acreditó que “el sistema de evacuación de las aguas de lavamanos y duchas del baño del personal del servicio de alimentación sale por un orificio en la pared de este y entra a la cocina por medio de una canaleta que se encuentra a la vista, acarreando aguas con residuos que provienen del aseo corporal de los manipuladores a la zona de preparación de alimentos”.
En materia de las diferencias entre reos y gendarmes, la Contraloría hizo varias comparaciones. Una de ellas en Colina II, en relación a la minuta de febrero pasado.
Los reos a la hora del almuerzo comen: Ensalada tomate, ají verde, cebolla, pimentón, zanahoria, atún con puré y sandía de postre. Los funcionarios, en tanto: Ensalada chilena, ají verde, vacuno asado con papas mayo, sandía.
En la Cena, los internos acceden a: trozo de vacuno con fideos, postre pera. Los vigilantes, por su parte, comen budín de atún con puré, postre pera, colación pan, croqueta de pollo y leche.
Lea el informe completo en Ahoranoticias.cl
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