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Ex prisionero de Estado Islámico revela crueles detalles de las prácticas del grupo terrorista

  • Por Meganoticias

Javier Espinoza, periodista del diario español El Mundo, es uno de los afortunados ex rehenes de Estado Islámico que logró salvar con vida tras un terrible período como prisionero de la argupación terrorista. Tras su escape, el reportero reveló crueles detalles de las prácticas de ISIS.

 

Cada día, el periódico El Mundo publica parte de sus crónicas, las cuales cuentan con detalles las aberraciones sufridas durante su paso por Siria e irak.

 

Espionza cuenta que durante su cautivierio fue víctima de los tradicionales ensayos de ejecuciones que realizan los miembros de Estado Islámico. El denominado "Yihadista John", rozó varias veces un afilado cuchillo por su cuello, imitando la decapitación.

 

"¿Imaginas el dolor que te produciría si te lo clavara? Un dolor inimaginable. Con el primer golpe te cortaría las venas. La segunda acometida te abriría el cuello. Ya no estarías respirando por la nariz sino directamente por el esófago", le decía el terrorista mientras Espinoza se encontraba arrodillado y vestido con el tradicional traje color naranja.

 

El periodista además cuenta que uno de sus compañeros de cautiverio era James Foley, el reportero norteamericano decapitado por "Yihadista John" en agosto de 2014. El español revela que el fallecido profesional intentó huir en dos oportunidades, pero en una de ellas declinó escapar solo para compañar a su amigo, el británico John Cantlie.

 

"Se ensañaban con él. Quizás porque el camarógrafo estadounidense aguantaba las torturas con un estoicismo inaudito", revela.

 

 

Espinoza cuenta además que los militantes de Estado Islámico denominados como "Los Beatles", por su origen británico, creyeron que James Foley era un soldado encubierto. Esto tras encontrar en su computador personal imágenes del periodista vestido de militar, durante un conflicto en Afganistán que cubrió ejerciendo su profesión.

 

El temor de morir en cualquier minuto era una preocupación constante, ya que durante los traslados de rehenes eran acompañador por un francotirador - quién no superaba los 20 años- que tenía la orden de asesinar a cualquier sujeto que intentase escapar.

 

Otra de las traumáticas situaciones que vivió el periodista español durante su período como prisionero en Estado Islámico, fue la humillación vivida cuando los miembros de ISIS los obligaban a cantar una macabra versión del clásico de Eagles "Hotel California".

 

En la letra de la canción, transformada a "Hotel Osama", los militantes cambiaron algunas frases para resaltar que en caso de intentar algún escape, terminarían muertos como Kenneth Bigley, el británico decapitado en 2004 por un grupo radical iraquí.