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Perdió la visión de un ojo tras cometer común error al usar lentes de contacto

Una verdadera pesadilla es la que vive Maureen Cronin, una mujer de 53 años que perdió la visión de un ojo luego de cometer un clásico error que realizan las personas que usan lentes de contacto.

La estadounidense se bañó en una piscina con los lentes puestos, lo que a la larga le causó una grave infección que provocó que parásitos se introdujeran en su córnea y dañaran su ojo, reportó Daily Mail.

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Su fatídico baño

La mujer era salvavidas y estaba dando clases privadas de natación a un grupo de niñas en junio de 2024, cuando ocurrió el fatal hecho. "Les enseñaba a los niños no tener miedo de meter la cara en el agua y, como hay que poder llegar a un niño rápidamente, hay que poder sumergirse en el agua", explicó al citado medio.

Por ello, Maureen estaba nadando con sus lentes de contacto, tal como lo había hecho en innumerables ocasiones, sin embargo, ese día comenzó a sentir un fuerte dolor, aunque pensó que solo tenía granitos de arena en su ojo derecho.

Como el dolor empezó a aumentar, "a las dos semanas fui a un oftalmólogo, le dije que tenía problemas y me dijeron que era una laceración en la córnea, una grieta en la córnea y me dieron unas gotas", contó.

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No obstante, sus dolores no se detuvieron, por lo que tras un mes después del incidente fue a otro especialista que le diagnosticó queratitis por Acanthamoeba (AK).

Esta es una infección ocular parasitaria causada por una ameba, un organismo unicelular que vive en el agua dulce, agua salada, suelo y en agua artificiales como piscinas, por lo que es común encontrarse con ella. Sin embargo, el problema fue que los lentes dejaron atrapada a la bacteria entre el cristalino y la córnea del ojo, con lo que fue desarrollándose de a poco.

A la espera de ser operada

Tras su diagnóstico, la mujer fue hospitalizada en Nueva York el 7 de agosto y estuvo así por 48 días hasta que le realizaron un trasplante de córnea.

Sin embargo, su cuerpo rechazó el trasplante y actualmente está ciega de su ojo derecho. Pese a ello, continúa con la esperanza de recuperarse, pues está a la espera de una segunda operación para poder recuperar, al menos, parte de su visión.

"Ahora estoy ciega de este ojo -derecho-, así que es muy perturbador y me aísla. No quiero conocer gente nueva, me da ansiedad y me preocupa lo que piensen las personas cuando vean mi ojo. Ahora tengo miedo de estar cerca de cualquier tipo de agua. Me ducho con las gafas de natación puestas", contó.

La mujer señaló que ha usado lentes de contacto durante casi 20 años y que nunca le dijeron que no los usara en la piscina. "Tengo esperanzas, pero también miedo al mismo tiempo (respecto el próximo trasplante de córnea). Tengo miedo de que no dé resultado. Siento que nunca terminará y estoy nerviosa", concluyó.

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