Logo Mega

Este aviso se cerrará en segundos

La sonda espacial Hera emprende un largo viaje para estudiar un asteroide desviado por la NASA

¿Qué pasó?

El asteroide Dimorphos, que fue desviado de su trayectoria durante un experimento en 2022, será investigado por la sonda europea Hera, que emprende en octubre un largo viaje para analizar cómo proteger a la humanidad de una posible amenaza espacial.

En un guion digno de Hollywood, la nave de la misión DART se estrelló de manera deliberada en 2022 contra el asteroide Dimorphos, la "Luna" de un asteroide más grande llamado Didymos.

Asteroide desviado en 2022

Ir a la siguiente nota

El objetivo de esta misión de prueba de "defensa planetaria", inédita, era averiguar si es posible desviar la trayectoria de un asteroide en el caso de que este pueda chocar un día con la Tierra.

 

Se estima que un objeto de un kilómetro, que puede desencadenar una catástrofe global como la extinción de los dinosaurios, se estrella contra la Tierra cada 500.000 años, y un asteroide de 140 metros -que es el umbral de una catástrofe regional-, cada 20.000 años.

LO ÚLTIMO

Amenaza a la Tierra

De entre esos objetos cercanos a la Tierra, la mayoría de los cuales provienen del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, se conocen prácticamente todos los que tienen un kilómetro y ninguno de ellos amenaza al planeta en el próximo siglo.

Tampoco se ha reportado ninguna amenaza directa de los que tienen 140 metros, pero solo se ha identificado el 40% de los de este tipo.

Estudio de la ESA

Aunque se trata de un riesgo natural "entre los menos probables", la humanidad puede contar con "la ventaja de poder llevar a cabo acciones para protegerse" de ellos, indicó en un encuentro con la prensa Patrick Michel, responsable científico de la misión Hera de la Agencia Espacial Europea (ESA).

El asteroide Dimorphos, que se encontraba a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra cuando ocurrió el impacto, medía unos 160 metros de diámetro y no representaba ningún peligro para nuestro planeta.

Chocando con él, el aparato de la NASA -del tamaño de un gran refrigerador- logró desplazarlo reduciendo su órbita en 33 minutos.

Pero no se sabe qué efectos tuvo el impacto sobre el pequeño asteroide, ni cuál era su estructura interna antes del choque.

Aunque el experimento DART (Double Asteroid Redirection Test) ayudó a demostrar la viabilidad de la técnica, se necesita saber más para validarla y ser capaces de determinar cuánta energía sería necesaria para desviar efectivamente un asteroide amenazante.

Todo sobre NASA