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"Destruyó totalmente mi vida": Quiso reducir el tamaño de sus mejillas y terminó sin poder cerrar sus ojos completamente

Un importante paso en su vida era el que iba a dar Pete Broadhust, un hombre británico de la tercera edad que quiso mejorar su apariencia a través de una cirugía estética. Sin embargo, todo salió mal. 

El hombre quería modificar sus prominente mejillas, y para eso, en 2019, se realizó una cirugía para dejar atrás ese aspecto físico y poder tener más confianza en sí mismo. El problema es que todo fue para peor, pues tras la intervención se le extrajo demasiado tejido bajo de sus ojos, por lo que no podía cerrarlos

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Tras lo ocurrido, Pete Broadhust, hoy de 81 años y que solía ser pintor y decorador en los años en que se mantenía laboralmente acitvo, declaró que "lo que pasó destruyó totalmente mi vida. En lugar de comenzar mi vida, estaba obsesionado con intentar hacerlo bien. Me marearía mirarme en un espejo. Traté de advertir a otras personas, pero no sabía cómo".

Sus mejillas: un complejo que tuvo desde joven

Lo cierto es que la motivación por reducir el tamaño de sus mejillas era algo que venía desde hace años. Si bien la decisión de operarse se concretó en enero de 2019, los primeros problemas a propósito de su apariencia surgieron en 1959. Fue después de un problema dental que sus mejillas empezaron a crecer, lo que le trajo complicaciones en el ámbito amoroso.

 

Pete Broadhurst / Créditos: SWN

 

"Hace años tuve una relación con una mujer y ella me iba a dejar. Le dije: '¿Por qué te vas cuando lo tenemos todo? Mira qué afortunados somos'. Y ella dijo: 'Vete a mirarte en el espejo, por eso me voy'", recuerda.

Tras sostener dos relaciones amorosas más que solo incrementaron su disconformidad con su aspecto, dicidió someterse a un procedimiento. Por ello, desembolsó la suma de 11 mil libras esterlinas (poco más de 12 millones de pesos chilenos) para realizarse un lifting de cuello, una blefaroplastia debajo de los ojos y una rinoplastia que ayudaría a reducir sus mejillas.

Una cirugía que resultó mal

Sin embargo, a las pocas horas de haber sido dado de alta ya notaba un malestar evidente. "Parecía como si me hubieran dado una paliza. Fue horrible y no podía cerrar los ojos. El día después de la cirugía deseé no haber ido nunca", señaló el hombre, de acuerdo a lo consignado por el medio británico Mirror.

Semanas después debió volver al lugar donde fue operado para que le quitaran los puntos. En esa instancia aprovechó de decirle a los médicos que tenía los ojos irritados y llorosos, ante lo cual le respondieron que era normal y que esa situación se regularizaría con el paso del tiempo.

Fue en medio de un exámen rutinario de próstata que el médico notó que sus ojos estaban visiblemente dañados y lo enviaron a un centro especializado. En ese lugar, le aseguraron que sus ojos no se cerraban completamente cuando parpadeaba o dormía, lo que generaba la irritación.

Con ese panorama, la decisión de someterse a una nueva cirugía para corregir el daño que se le había ocasionado estaba tomada. Eso sí, tras constatar que no tenía muchas opciones de realizarlo a la brevedad en su país, voló hasta Tailandia para hacerlo, siendo, felizmente, un éxito.

"Puedo cerrar los ojos, cosa que no pude hacer. Cuando duermo, puedo cerrarlos, lo que me permite dormir cómodamente", reflexiona.

Respecto al centro donde se atendió en primer lugar, desde esa entidad señalaron que "el cirujano en cuestión está actualmente suspendido".

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