"Hasta el último de sus días": Su esposa estuvo 31 años en coma y él la visitó a diario hasta su muerte

Durante siglos, muchos poetas y artistas le han dedicado millones de versos al amor, la mayor fuerza que mueve el mundo. Y, en contra de quienes creen que el amor verdadero no existe, cada día ocurren historias que nos demuestran que algunos amarán para siempre, como es el caso de Angelo Farina.

Nos trasladamos a la Italia de 1990, cuando Angelo y su esposa, Miriam Visintin, se unieron en matrimonio cuando ella tenía 26 años, por lo que les esperaba un futuro prometedor. Sin embargo, la vida le arrebató a Miriam de su lado tan sólo año y medio después de contraer nupcias, ya que ella quedó en coma.

Si bien el hombre la visitaba diariamente en el hospital, con la esperanza de que despertara, lo que él no sabía es que su esposa, aquel día, cerró sus ojos para no abrirlos nunca más. Hoy, décadas después, el diario La Repubblica informa que Visintin falleció luego de estar 31 años en estado vegetativo.

Fue en 1991 cuando una mujer de Treviso, Italia, llamada Miriam Visintin, sufrió un terrible accidente de auto en Nochebuena, en donde perdió el conocimiento y que jamás recuperó.

Miriam tenía apenas un año de casada con Angelo Farina y establecieron su hogar en la zona de… pic.twitter.com/NaUNKbVjbp

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¿Por qué Miriam Visintin quedó en coma?

Era la Nochebuena de 1991, Miriam manejaba por el municipio italiano de Mussolente cuando sufrió un accidente de tránsito que comprometió el 95% de su cerebro, tal como le dijeron los doctores a Angelo en ese momento.

#NotaCuriosa Murió una mujer italiana que estuvo en coma durante 31 años: su marido estuvo siempre a su lado. Angelo Farina y Miriam Visintin se casaron en junio de 1990. En la Nochebuena de 1991, su auto patinó y chocó contra un poste.
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"Hasta el último de sus días"

La mujer sólo tenía 26 años cuando cayó en coma y no tuvo hijos con Angelo; por lo que 12 años después, él rehizo su vida con una otra mujer, con quien tuvo hijos y “supo estar a su lado con delicadeza”.

No obstante, aunque conoció de nuevo el amor, nunca quiso anular el matrimonio.

“Decidí enseguida quedarme allí junto a ella, para siempre, hasta el último de sus días. Podría haber pedido la nulidad del matrimonio en la Sacra Rota (tribunal de apelaciones del Vaticano), pero nunca quise hacerlo. Y Miriam siguió siendo mi esposa”, añadió Farina.