Pasó del baile a las artes marciales: Michelle Yeoh contó sobre su sueño frustrado de dedicarse al ballet
- Por Iván Briceño
Michelle Yeoh es hoy una conocida actríz que destaca por su profesionalismo y recientes reconocimientos. Sin embargo, no toda su vida fue así. De hecho, su principal sueño no se enfocaba directamente en la pantalla grande.
"He estado en esta industria durante 40 años y finalmente me dieron un rol protagónico encabezando el reparto", fue parte de lo que señaló Michelle Yeoh a LUN, quien trabajó en la película "Todo en todas partes al mismo tiempo", una bizarra apuesta en la que se lució por la gran interpretación de su personaje, que no tenía nada de sencillo.
Michelle Yeoh no siempre quizo ser actríz
"Según mi mamá, empecé a bailar antes de saber caminar. Era realmente mi vocación. Pero además el cine era gran parte de mi vida porque ella lo amaba", contó Yeoh.
"Veíamos películas de terror, cintas románticas de Taiwán, películas de India y de Malasia. Mi papá era distinto, prefería cintas al estilo de -Tarzán- y documentales acerca de animales", detalló.
Sumado a esto, acercó sus recuerdos a lo que era su prioridad en aquella época: "Si me hubiesen preguntado en ese tiempo si imaginaba que en el futuro yo sería actríz, habría contestado que no".
"Mi mundo estaba enfocado totalmente en el ballet, deseaba tener mi propia escuela de danza y enseñarle a bailar a otros niños", señaló.
¿Qué cambió su sueño?
Habiéndose enfocado en dicho arte, cuesta entender qué la hizo cambiar de rumbo. Sobre eso, la actríz indicó: "Sufrí un accidente serio. Me lesioné la espalda mientras me entrenaba como bailarina y me dijeron que debía dejar la danza. O sea, el típico cliché de cuando se nos rompen los sueños de un día para otro".
"No sabía qué otra cosa iba a poder hacer. Terminé estudiando en la Universidad de Londres, donde me gradué con diplomas de coreografía y arte dramático", declaró.
¿Cómo llegó a las artes marciales?
"Estudié ballet incluyendo danza contemporánea y danza moderna. Y además desde pequeña estudiaba muchos tipos de deportes... por lo que sabía que cuando se necesitaran actores para realizar los efectos especiales, yo estaría entrenada para hacer los movimientos físicos y no tenía nada que perder", comentó.
Este episodio de su vida y las nuevas experiencias le hicieron ver las cosas de una forma distinta: "Ahí pensé -esto es una coreografía, es lo mismo que hacemos en el mundo de la danza-. Fue una experiencia fascinante".
"Estaba empecinada en demostrar que en un mundo dominado por los hombres, las chicas también lo podíamos hacer, que teníamos los mismos derechos para estar ahí, que no necesitábamos estar protegidas todo el tiempo y que podíamos ser socias igualitarias en el género de las artes marciales", cerró.