Despertó y vio a una serpiente venenosa de dos metros durmiendo en su cama: Era la segunda más letal del mundo

Para los que no son amantes de las serpientes, sino todo lo contrario, quizá una de las peores pesadillas que podrían vivir sería despertar con este reptil durmiendo a un costado de la cama.

Una situación así le ocurrió a una mujer de Queensland, Australia, pero lo más grave fue que el espécimen que encontró entre las sábanas era uno de los más venenosos del mundo.

La traumática experiencia

Cuando la protagonista se preparaba para levantarse e iniciar su jornada del lunes 20 de marzo, notó que una serpiente de dos metros de largo estaba acurrucada entre el plumón y las sábanas. Saltó de la cama de inmediato y, afortunadamente, el animal no reaccionó, ya que el destino habría sido fatal para la afectada.

Según consigna El Comercio, esta inesperada visitante era una serpiente marrón, la cual es doce veces más venenosa que la cobra y la segunda más letal a nivel mundial, siendo superada por el taipán del interior —un reptil similar a ella.

Asustada por el hallazgo, cerró la habitación y puso toallas debajo de la puerta para evitar cualquier escape de su acompañante. Luego, se comunicó con Zachery Richards, especialista en rescate de estos animales: "Simplemente quería una cama cómoda y agradable para dormir", bromeó el hombre.

Se cree que el ejemplar entró a la pieza por la ventana, buscando un lugar que estuviera resguardado de la ola de calor que afecta a Australia. El cazador tomó al reptil y lo devolvió a su hábitat natural, a varios kilómetros del condominio.

"Si ve una serpiente, retroceda lentamente, déjela en paz, confínela a una habitación y llame a un profesional", aconsejó el experto.

No es el primer caso en Australia

A principios de febrero, también en Queensland, un vecino levantó la tapa del inodoro y se encontró con una serpiente no venenosa que asomaba la mitad de su cuerpo. Esa vez, al igual que en este reciente caso, un equipo de rescate tuvo que retirar a la serpiente desde el inodoro.