Hallan esqueleto en patio trasero: Hijos creen que es su madre desaparecida hace 10 años y que el culpable es su padre
Un macabro hallazgo ocurrió en la localidad bonaerense de González Catán, en Argentina. Tras denunciar a su padre, el testimonio de una mujer fue clave para que la policía encontrara un esqueleto humano en el patio trasero de la casa de la familia.
Los restos corresponderían a Claudia Roxana Reynoso, a quien se le perdió el rastro hace 10 años, pero cuya desaparición nunca fue reportada, así que durante toda una década no hubo investigación para determinar su paradero.
El principal responsable sería Hugo Leiva, quien hoy cumple condena en la cárcel por abusar sexualmente de su hija y otro familiar. Las sospechas apuntan contra él por un particular recuerdo de su hijo mayor, el que ha permanecido en su mente durante todo este tiempo.
¿Cómo fue el hallazgo del esqueleto?
El descubrimiento ocurrió el martes 15 de noviembre, luego que la hija notificara en la 2° Comisaría de González Catán que su madre desapareció hace 10 años, apuntando contra su progenitor. Según su relato, su hermano le contó que había visto a Leiva removiendo tierra, justo el día en que la mujer desapareció.
Es por eso que la familia afectada cree que el esqueleto correspondería a Reynoso, ya que también encontraron restos de ropa que la hija reconoció como pertenecientes a su desaparecida madre. Sin embargo, las diligencias aún continúan para verificar la relación entre el hallazgo y la pérdida del rastro de la mujer, quien tenía 37 años cuando fue vista por última vez.
Gracias a los trabajos de excavación en el patio trasero de la casa, el equipo forense logró recuperar el 90% del esqueleto, además de encontrar un cuchillo. Lo que llamó la atención de los investigadores es que el cráneo estaba visiblemente dañado, como si hubiese sido golpeado con un objeto.
¿Qué dijo la fiscalía de Argentina?
La investigación del caso la asumió Federico Medone, quien ordenó que el juzgado —que intervino en la causa por la que Leiva está detenido— sea informado del inicio de un nuevo expediente, ahora por el delito de homicidio agravado por el vínculo, suponiendo la presunción de que él mató y enterró a su mujer.
Con respecto al por qué los hijos no denunciaron a su padre oportunamente, el persecutor dijo que "eran muy chicos en ese momento —ella tenía 9 años y su hermano, 12—. La denuncia fue porque se enteró de que el padre está por salir en libertad, se quebró y contó lo que vio".
Antes de esta denuncia, Leiva iba a recibir el beneficio de prisión domiciliaria, considerando que está cumpliendo condena desde octubre de 2018. Sin embargo, mientras se establece su presunta responsabilidad, permanecerá tras las rejas.