"No viviría en ningún otro lugar": Japoneses residen en departamentos de 9 metros cuadrados
Los altos costos de la vida y las ganas de independizarse hacen que varias personas tengan que vivir en departamentos pequeños. La ciudad de Tokio, en Japón, es una de las áreas metropolitanas más pobladas del mundo y sus propiedades se caracterizan por tener un alto valor.
Durante los últimos años, la capital nipona se ha hecho conocida por contar con inmuebles de espacios bastante reducidos, como departamentos de casi nueve metros cuadrados, los cuales son usados, mayoritariamente, por japoneses jóvenes.
A diferencia de lo que se podría pensar, estos departamentos, conocidos como cuartos de tres "tatamis", debido a la cantidad de tapetes japoneses que cubren el espacio, han tenido una alta demanda.
The New York Times conversó con algunos de los habitantes de estas viviendas de 9 metros cuadrados para conocer cómo es la vida en estos espacios.
A modo general, estas viviendas compactas tienden a ubicarse en zonas céntricas con buena locomoción. Sobre el espacio, los departamentos tienen 4 metros de alto y una escalera que permite acceder al "altillo" donde se encuentra la cama.
Pese a que son pequeños, la distribución del espacio permite contar con baño, refrigerador, sofá, escritorio y lavadora. En cuanto a los precios, puede haber alquileres que varían entre los 340 y 630 dólares.
“No viviría en ningún otro lugar”
Uno de los residentes de este tipo de viviendas es Yugo Kinoshita, un universitario de 19 años que trabaja part time en un restaurante.
En el departamento, el mueble que utiliza para el televisor es multifuncional, ya que lo puede transformar en mesa o en escritorio. Pese a que asegura que por ahora "no viviría en ningún otro lugar", Kinoshita tuvo que deshacerse de su colección de zapatillas porque no tenía espacio para almacenarlas.
Si de optimizar espacios se trata, Asumi Fujiwara, sí que sabe. Esta mujer de 29 años realiza una rutina de yoga en su departamento de nueve metros cuadrados.
Al frente del inodoro, al lado del quemador de la cocina y llegando hasta el escritorio, estira su mat de yoga. “Necesito modificar mis posiciones o me voy a golpear con algo”, aclara Fujiwara respecto a las peripecias que debe hacer para poder efectuar deporte en el inmueble.
En búsqueda de un departamento con un precio bajo, relativamente nuevo y con inodoro y ducha en espacios separados, Kana Komatsubara llegó a vivir a uno de estos microdepartamentos.
Sobre la experiencia de vivir en ese lugar, la joven de 26 años indicó que "por supuesto, cuanto más grande mejor. Nunca afecta tener un espacio más grande. Esta era simplemente la mejor opción para mí en ese momento”.
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