"Sé adulto y vamos": Dio positivo en la alcoholemia y su esposa lo regañó frente a la policía
- Por Ana María Lizana
En Buenos Aires, Argentina, se llevó a cabo un control policial a una pareja que venía en un vehículo. Al hombre, quien conducía, se le hizo un test de alcoholemia, el cual resultó positivo. Frente a los agentes, su esposa lo regañó.
“Sé adulto. Deja las cosas y vamos”, le dijo la mujer, lo que quedó registrado en un video que fue publicado y viralizado por la cuenta Solo Tránsito y replicado por Infobae.
El reto de una mujer a su marido tras dar positivo en el test de alcoholemia: “Ahora jodete, sé adulto y vamos” https://t.co/Ufu7iwB3JE pic.twitter.com/7wXf5zm2Zl
— infobae (@infobae) October 4, 2022
¿Cómo fueron los hechos?
En Capital Federal, los agentes detuvieron a un vehículo para llevar a cabo un procedimiento de prevención en las calles, informa TN.
Al momento de realizar la alcoholemia, el resultado dio 1,14 grados de alcohol por litro de sangre. Ante ello, el hombre comenzó a discutir con la policía.
Ante su negativa, la policía señaló que llamaría a un móvil para llevarlo a la comisaría más cercana. Pese a ello, el hombre continuó con la misma postura.
“Pago lo que haya que pagar, pero dame los documentos. Yo necesito el auto. El auto es mío y lo necesito”, les rogó el sujeto.
"Sé adulto"
Su esposa, quien iba en el asiento de acompañante, lo regañó, luego de que su marido comenzara a discutir en duros términos con las autoridades policiales.
“Te puedo manejar con los ojos cerrados. Véndame los ojos y te manejo de acá hasta mi casa”, sostuvo el sujeto. La mujer cansada de la situación y de la actitud de su esposo, fue más dura con él: “Ahora jodete. Ahora espera que ellos hagan lo que tengan que hacer. Te dan el documento y nos vamos”.
Pero el hombre seguía, justificando su actuar y restándole importancia al asunto: “Vengo de un cumpleaños, de una reunión familiar y de tomar cerveza. Si viniera ebrio, que no podría manejar, ya me hubiera matado antes. Sin embargo, acá llegué bien, vivo acá a tres cuadras”.
Su esposa perdió la paciencia y cerró el tema: “Deja el freno de mano y vamos a casa. Sé adulto. Déjale las cosas y vamos, aguántatela”.
Luego, como ambos vivían a tres cuadras del lugar, se fueron caminando, aunque a 40 metros de distancia, visiblemente enojados con el otro.
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