Fue al médico creyendo que solo tenía "cansancio", pero le terminaron dando un aterrador diagnóstico
- Por Diego Alonzo
Melissa McNaughton, de 33 años, decidió visitar a su médico de cabecera al presentar "cansancio". En un comienzo, pensó que se trataba por la carga laboral que estaba teniendo. Sin embargo, después de que analizaran sus niveles de hierro, su doctor le comentó que fuera al hospital al día siguiente.
Al llegar al recinto médico, la mujer, que vive en la ciudad de Glasgow, Escocia, se sorprendió, puesto que, al cruzar las puertas para ingresar a una sala en el segundo piso, captó que había carteles sobre el cáncer y la quimioterapia.
Melissa no sabia porqué la habían hecho llegar hasta ahí, hasta que una enfermera le preguntó si se haría la quimioterapia, informa Irish Mirror.
La respuesta de la mujer no se hizo esperar y le señaló que no sabía la razón por la que estaba allí. En ese instante, salió corriendo repentinamente al baño, donde tuvo un ataque de pánico.
"Un millón de preguntas pasaban por mi cabeza"
La paciente, que hasta ese entonces ya tenía muchas dudas, indicó que "un millón de preguntas pasaban por mi cabeza: '¿Qué me va a pasar? ¿Cómo será mi vida? ¿Me voy a morir? ¿Cuánto tiempo voy a vivir? ¿Puedo tener hijos?".
"Es tan extraño. Todas estas cosas pasan por tu cabeza en las que nunca habías pensado antes. Estaba mirando a mi mamá y a mi papá, y ellos estaban haciendo preguntas. Mi esposo estaba aturdido. No fue agradable ver el miedo en sus ojos", expresó.
El diagnóstico y su actual vida
La mujer finalmente fue diagnosticada con leucemia y lleva cuatro años viviendo con la enfermedad, aunque siguiendo el debido tratamiento: "Nunca lloré tanto y perdí tanto peso. Estaba tan débil que apenas podía usar un cuchillo y un tenedor. Traté de seguir con el trabajo, pero era demasiado. Tuve que reducir mis horas. hacia abajo. Realmente me deprimió", remarcó.
"Avancé rápido hasta hoy, y he tenido mi 'cancerversario' de cuatro años viviendo con cáncer. Cada día sigue siendo una lucha y algunos días son peores", explicó.
Por último, aclaró que "el cáncer tendrá que acostumbrarse a vivir conmigo porque de ninguna manera voy a dejar que me venza. Todavía estoy sonriendo y no voy a parar".
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