Mujer mata a golpes a su pareja tras denuncia de violación en contra de su hija de 12 años
Un estremecedor crimen remece por estos días a Argentina, luego de que una mujer confesara haber matado a golpes a su pareja y arrojar sus restos desmembrados en distintos sectores del municipio de Lomas de Zamora, en la provincia de Buenos Aires.
Presunto violador descuartizado
Laura Marcela Campos (47) descuartizó, con la ayuda de sus dos hijos carniceros, a Daniel Tomás Silvero (56), porque el hombre había sido acusado de violar a la hija de Campos. El hombre también había sido denunciado previamente por violar a su propia hija biológica.
Según detalla el diario Clarín, esta primera denuncia ocurrió en 2010, pero la policía archivó el caso. La segunda denuncia, por el abuso sexual en contra de la hija de Campos, de entonces 12 años, llegó en 2019 y aún está siendo investigada por la fiscalía.
Campos y sus dos hijos, de 27 y 21 años, fueron detenidos el día viernes 10 de junio, luego de que algunos restos mutilados de Silvero aparecieran en una esquina de Villa Fiorito y la mujer confesara ser la autora del crimen.
Los hijos de ella, que trabajaban como carniceros, también están acusados del crimen al ser sospechosos de haber descuartizado a Silvero, quien era pareja de su madre desde hace dos años.
El mismo día viernes, nuevos restos del hombre asesinado aparecieron en un basural, además de encontrarse la cabeza de Silvero dentro de un balde de cemento en un arroyo.
"Un violento abusador"
El día sábado la mujer ratificó ante la fiscal, Marcela Juan, haber sido la autora del homicidio. Además, según fuentes ligadas a la investigación, dijo que "era insoportable vivir con Silvero", un hombre que calificó como "un violento abusador" al que no podía dejar solo con su hija.
Fue una hija de Silvero quien denunció el día 8 de junio la desaparición de su padre, hombre del que no se tenía rastro desde el 1 de junio. Al ser consultada por familiares del hombre, Campos había dicho que este salió a pescar y que nunca regresó.
Sin embargo, cámaras de seguridad fueron clave para desmoronar esa coartada, ya que el mismo 1 de junio se veía a Silvero volviendo a su domicilio. La mujer también había pedido a un vecino borrar los registros de la cámara que apuntaba a la calle. Finalmente, la confesión posterior permitió aclarar el puzle policial.