"Era la risa del demonio": El escalofriante relato de la madre de una niña sobreviviente al tiroteo en Texas
A casi una semana del tiroteo en la escuela primaria Robb de Texas, Estados Unidos, siguen revelándose detalles de los momentos de terror e incertidumbre que vivieron las víctimas. Este es el caso de Gladys, madre de una pequeña estudiante que sobrevivió a la masacre llevada a cabo por Salvador Rolando Ramos, de 18 años.
La mujer conversó con Telemundo y aclaró que en primera instancia se percató de una persecución, pero jamás pensó que más tarde el hecho involucraría directamente a su hija.
En ese momento, un amigo de ella le gritó desesperadamente y ahí fue cuando captó que la pequeña estaba en peligro: "Sentí como algo que bajaba en mi estómago, pero cuando empecé a ver los elementos, lo único que quería era correr a ver qué era lo que estaba pasando", manifestó.
Los momentos de tensión
A partir de allí, Gladys sostuvo que "me puse a orar. Estuve orando en todo el lugar donde pude moverme. Me puse a proteger a los niños y a pedirle al Señor que los cuidara y los protegiera".
Finalmente, recalcó que tras varias horas pudo ver a su hija, pero antes ayudó a los otros estudiantes que habían salido corriendo del establecimiento ante la amenaza del agresor.
"Cuando pudieron abrir un portón, corrí, porque vi que venían niños... Empece a correr con ellos. Corrí a la funeraria y nos abrieron la puerta para poder resguardar a los niños... Después de un largo tiempo, horas pasaron, nos comunican que habían trasladado a los niños", remarcó Gladys.
En esta línea, y ante el miedo de que la niña estuviera muerta, afirmó que "asistí y fue en el momento en que al ver su carita, yo pude derramar mis lágrimas. Ahí fue donde me quebré al verla".
Las palabras de su hija
En aquel instante, Gladys contó que su hija le dijo que "Dios estaba ahí. Me dijo 'pude orar con mi amiguito, nos agarramos de la mano y le pedimos a la maestra si podíamos orar. Empezamos a orar todos juntos y se empezó a sentir la presencia de Dios'. Yo no podía parar de llorar y abrazarla".
"Mi hija apenas ayer quiso hablar de la situación. Mi hija solamente dice que ellos estaban muy cerca del lugar donde él entró. Ella estaba afuera. 'Corrimos todos, mami. Corrimos a un salón, apagaron todas las luces, estuvimos en silencio, pero empezamos a oír a los niños gritar y cuando estaban llorando'. Una sonrisa que mi hija puede describir. Una carcajada, una risa que es lo que mi hija sigue escuchando, la risa".
En cuanto a esto último, la mujer planteó que esta era "la risa que podría ser del tirador, que mi hija la describe como la risa del demonio".
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