Fue al doctor por un fuerte dolor de estómago, creyeron que era apendicitis, pero recibió un dramático diagnóstico
Sophie Pugh, de 27 años, comenzó a presentar agonizantes dolores corporales y síntomas como diarrea, luego que los médicos le informaran que tenía ovarios poliquísticos. Sin embargo, la situación empeoró con el pasar de las horas.
El siguiente síntoma fue un fuerte dolor de espalda, aunque en aquel instante creyó que se había dañado esa parte del cuerpo por exceso de fuerza en el gimnasio, al cual asiste recurrentemente, informa The Sun.
En un comienzo, su doctor le comunicó que la molestia se debía a que no estaba "estirando correctamente después del gimnasio", pero la verdad es que ella elongaba siempre veinte minutos antes y después de cada una de sus sesiones.
El dramático diagnóstico
Al escuchar estas palabras, Pugh decidió continuar con su vida, pero todo cambió una vez que notó cierta dolencia para ir al baño. Así fue como un día su gato saltó sobre su estómago y gritó de dolor, por lo que su pareja le dijo que fuera inmediatamente a ver a un especialista.
El médico de cabecera, en un principio, pensó que se trataba de apendicitis, ya que los síntomas coincidían, así que la llevó de urgencia al hospital, pero cuatro días después fue dada de alta con un devastador diagnóstico: Tenía cáncer de ovario en etapa cuatro.
El tratamiento de la joven
En este momento, Pugh se alista para comenzar con las respectivas rondas de quimioterapia, aunque con cierto temor e incertidumbre de que el tratamiento para reducir el cáncer dure hasta seis meses.
"Estoy tratando de mantenerme ocupada, aunque estoy empezando a sentirme cansada... Estoy empezando a sentirlo en mis pulmones ahora y me siento inflada dando vueltas a la cuadra", sostuvo la joven a Daily Mail Australia.
Por otra parte, los amigos y cercanos a Pugh crearon una cuenta en la página GoFundMe para recolectar dinero destinado a costear los gastos correspondientes.
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