"¡Ayúdame, papá!": Adolescente salva a sus hermanos de ser secuestrados y aparece muerto dos días después
El grito de auxilio aún retumba en la cabeza de Eduardo Puertos, cuando su hijo lo llamó por teléfono para alertar de la presencia de sujetos extraños en su domicilio. Minutos después Eduardo Salomón, de 16 años, fue secuestrado de su casa en Tlajomulco de Zúñiga, en la ciudad de Jalisco, México.
La familia de Eduardo Salomón Puertos Gaytán pide justicia a las autoridades de su país, tras encontrar el cuerpo sin vida de su hijo mayor, dos días después de ser llevado a la fuerza por desconocidos.
La Fiscalía General de Jalisco (FGJ) informó que el adolescente fue sustraído de su casa el 4 de febrero, cuando unos hombres llegaron tocando fuertemente a la puerta del vecindario y cargaron con el menor, informó Infobae.
Protegió a sus hermanitos antes de ser secuestrado
El operativo de búsqueda de la Fiscalía dio con el cuerpo sin vida de Eduardo Salomón Puertos, el 6 de febrero, quien fue hallado en una finca abandonada, junto al cadáver de otra persona que no fue identificada.
Su padre imploró en cada entrevista que le devolvieran a su hijo y relató cómo fueron los últimos minutos en que escuchó a su primogénito.
“Ayúdame, papá”, le gritó por su móvil antes de que fuese llevado a la fuerza de su casa en Hacienda de Los Fresnos II. Tres hombres encapuchados bajaron de una camioneta gris y entraron violentamente a la residencia a las 14:30 horas de ese fatídico día, detalló el diario Debate.
Eduardo, al escuchar los golpes, llamó asustado a su padre para informarle de la situación, pues se encontraba solo cuidando de sus cuatro hermanitos.
Los sujetos armados que se llevaron al joven Eduardo Salomón Puertos Gaytán de 16 años de la casa 31B de Circuito Bambú, enLos Fresnos II, Tlajomulco, dispararon en 2 ocasiones a la puerta y luego la derribaron @zona3noticias @jordisml @PabloLatapi @LausMG @lauraemora 1/3 pic.twitter.com/0qKoIvKOPU
— Eloy Arellano (@Eloy_Arellano) February 6, 2022
Los secuestradores rompían la puerta y el muchacho seguía al teléfono esperando la ayuda de su padre. “Le dije: ‘Cierra la puerta’”, mencionó al recordar que luego escuchó que le dijeron que se tirara al suelo y sonó un disparo.
Sus hijos más pequeños le gritaron al jovencito, quien les ordenó que subieran a esconderse en el baño de arriba de la casa. Esta acción de valentía también es recordada por sus familiares en su pesar por la irreparable pérdida.
Su padre lo describió como un chico sano y de su casa, que no hizo nada para merecer este final. “A él le gustaba jugar con niños más chicos que él, es muy niñero, no salía de la cuadra”.
Vecinos del lugar señalaron que los delincuentes buscaban a un hombre que vivía detrás de la casa de la familia de “Lalo”, como cariñosamente era conocido en la barriada el menor, que trabajaba en una tienda para ayudar a sus padres.
Las autoridades presumen que se trató de una confusión por parte de los sujetos violentos, y lamentablemente acabaron con la vida del adolescente.
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