Perú levanta toque de queda vigente desde hace dos años por la pandemia: Gobierno estima que "ya no era efectivo"
¿Qué pasó?
El toque de queda nocturno vigente en Perú desde hace casi dos años terminará este fin de semana, según un decreto publicado este sábado, que prorrogó por un mes el estado de emergencia por la pandemia de coronavirus.
El gobierno decidió levantar el toque de queda, de cinco horas de duración, por estimar que "ya no era efectivo", a pesar de que los contagios de covid-19 en enero van rumbo a un millón (casi un tercio del total) por el azote de la tercera ola y que Lima fue puesta en estado de emergencia para contener la delincuencia.
La decisión, adoptada por el Consejo de Ministros el miércoles, fue oficializada en un decreto publicado en la gaceta oficial, y que prorroga por todo febrero el estado de emergencia nacional, declarado tras la irrupción de la pandemia en Perú, en marzo de 2020.
"Generaba aglomeraciones"
"Ya no habrá más toque de queda en nuestro país, esto queda anulado. La medida tiene consideraciones sanitarias, se ha hecho una evaluación (...) sobre el impacto del toque de queda y consideramos suspenderlo. El toque de queda generaba aglomeraciones al regresar del trabajo a la casa", expresó el miércoles el ministro de Salud, Hernando Cevallos, al Canal N.
Sin embargo, el ministro advirtió que continuarán prohibidos los bailes, reuniones sociales (incluso en casas), fiestas patronales y todos los encuentros "que impliquen concentración o aglomeración de personas, que pongan en riesgo la salud pública".
El estado de emergencia permite restringir el ejercicio de los derechos constitucionales relativos a la libertad y la seguridad personales, la inviolabilidad del domicilio, y la libertad de reunión y de tránsito.
El estado de emergencia nacional, que rige en paralelo a la emergencia sanitaria por la pandemia, autoriza a militares a patrullar junto a la policía las calles durante el toque de queda nocturno.
Perú acumula más de tres millones de casos de covid-19 y más de 205.000 muertos, lo que lo transforma en el país con la mayor tasa de mortalidad por la pandemia en el mundo: 6.220 por cada millón de habitantes, según un balance de la AFP basado en cifras oficiales.
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