Jair Bolsonaro asegura que existe el riesgo de que sea "eliminado" en un atentado
¿Qué pasó?
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró que existe el riesgo de que sea "eliminado" en un atentado como el que sufrió en 2018, pero sostuvo que confía en el equipo de seguridad del Gobierno.
"Que existe el riesgo de yo ser eliminado, eso existe", declaró Bolsonaro en su programa en vivo a través de las redes sociales, aunque se abstuvo de dar más detalles para no "comprometer" las acciones del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI).
"En 2018, nosotros comenzamos a crecer en las encuestas electorales y se llegó a un punto en que el 'otro lado' -sin dar nombres- entendió que habíamos ganado las elecciones y ahí intentaron matarme", aseveró el mandatario un día después de recibir el alta médica tras tres días de hospitalización.
"Mi preocupación no son los viajes, sino mi seguridad"
El gobernante abandonó el miércoles de una clínica privada en Sao Paulo, donde estuvo hospitalizado desde la madrugada del lunes, cuando interrumpió sus vacaciones en Santa Catarina para desplazarse en avión hasta la capital paulista por unos dolores abdominales.
Debido a la puñalada que recibió en 2018, el gobernante pasó por al menos cuatro cirugías, entre ellas la colocación y posterior retirada de una bolsa de colostomía, que lo volvieron más proclive a sufrir trastornos intestinales.
Al abandonar el recinto asistencial dijo que "mi preocupación no son los viajes, sino mi seguridad. Sabemos hasta dónde es capaz de llegar el otro lado. Desde que la izquierda se hizo más presente en la política brasileña... sabemos hasta qué punto son agresivos y han intentado eliminar a sus adversarios, sin importar el cómo".
"Todo lo que tengo programado será cumplido, un viaje para el noreste, para Río de Janeiro, otro para Rusia en febrero (...). Seguiré normalmente", aseguró el mandatario, que pretende postularse a la reelección en las presidenciales de octubre.
Bolsonaro atribuye a grupos de izquierda el ataque del que fue víctima durante un acto de campaña en 2018, a pesar de que las investigaciones judiciales apuntaron hasta ahora que se trató de un hombre con problemas mentales que actuó en solitario.
El presidente brasileño registra su nivel de popularidad más bajo desde que asumió en enero de 2019, con 53% de reprobación, según el Instituto Datafolha.
De acuerdo con las encuestas, el mandatario perdería las elecciones presidenciales de octubre próximo frente al expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva, quien todavía no confirmó su candidatura.
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