El sangriento asesinato navideño que se esconde detrás una típica foto familiar
La Navidad no siempre es sinónimo de emoción familiar, pues también ocurren sangrientas tragedias que quedan en el consciente de las personas durante varias décadas.
Tal es el caso de la terrorífica celebración que protagonizó la familia Lawson en 1929, cuando el padre asesinó sin piedad a su mujer e hijos, incluyendo a una bebé de apenas cuatro meses. Posterior al crimen, el sujeto se suicidó en medio de un frondoso bosque de Germanton, Estados Unidos.
Tal popularidad alcanzó el bestial asesinato, que hoy las lápidas de todos los integrantes de la familia son visitadas por turistas. De hecho, la casa fue convertida en un centro de atracción para los visitantes, poco antes de ser destruida.
La historia del escabroso asesinato
Los antecedentes de la historia son dignos del guion de una película de terror. Todo se remonta a 1910, cuando Charles Lawson contrae matrimonio con Fannie Manring, una joven que era 20 años menor que él.
La familia creció con los años, pero se estancó durante un tiempo cuando el tercero de sus hijos murió por neumonía al año de vida. De todos modos, lograron formar un clan de siete primogénitos.
Ya en 1918, para dejar el dolor que les provocó la pérdida de su bebé, los Lawson deciden mudarse a Germanton, en donde Charles ingresaría al mercado de la cosecha de tabaco, tal como lo hacían sus hermanos.
Fue así como llegaron a una casona que disponía de un tenebroso granero, justo el lugar en donde ocurrió una de las tragedias más recordadas por los vecinos de Germanton.
Una sangrienta Navidad
El negocio del tabaco iba tan bien, que Charles realizó diversos regalos a sus hijos con el dinero que había acumulado. Pero el emotivo momento que habían vivido como familia pronto se derrumbó y terminó en tragedia.
Esto, porque el 25 de diciembre de 1929, el hombre mandó a sus hijas Carrie y Maybell a la casa de sus tíos. Una vez que regresaron a la casona, encontraron a su padre trabajando en el granero donde guardaba el tabaco.
De un modo inexplicable, como si estuviese dominado por un demonio, el padre esperó que sus hijas le dieran la espalda y les disparó sin remordimiento. Como si fuera poco, para comprobar que fallecieron, las siguió golpeando con una piedra.
Concretado el asesinato de sus hijas, Charles volvió a su casa y baleó a su esposa Fannie mientras lo esperaba. Los ruidos llamaron la atención de los demás integrantes del hogar, quienes corrieron la misma suerte que su madre y hermanas: todos fueron cruelmente asesinados.
El único integrante de la familia que sobrevivió al bestial ataque fue Arthur, quien había sido enviado a realizar diligencias cuando ocurría la tragedia. Sin embargo, mientras su padre se suicidaba en el bosque, al adolescente le correspondió la tarea de encontrar a todos sus familiares sin vida.
Espíritus de niños en Germanton
Durante varios años, la casona de los Lawson fue un atractivo turístico para los visitantes de Germanton. Fue el propio hermano del asesino quien rearmó la casa para lucrar con los crímenes.
Tiempo después, cuando la propiedad fue derribada, los vecinos de la localidad aseguran que el sector quedó con una maldición, a tal punto de asegurar que han visto los espíritus de los niños asesinados rondando por el terreno.
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