Enfermera italiana entregaba certificados de vacunación sin suministrar dosis: Desechaba el contenido de las jeringas
¿Qué pasó?
La policía italiana detuvo a una enfermera que dio decenas de certificados de vacunación contra el coronavirus a personas que no recibían la dosis.
Para esto, las personas tenían que acercarse a un lugar de vacunación, donde la enfermera en lugar de suministrar la fórmula, desechaba el contenido de la jeringa en un algodón y luego simulaba que se realizaba la inoculación.
El hecho
Una cámara de seguridad captó el momento preciso en que la enfermera manipula una jeringa y bota el remedio de manera secreta.
"Es una situación que no me explico, una situación criminal. Juegan con una herramienta que intenta destruir este virus", señaló el coordinador regional de Sicilia, Gaetano Monsu.
$390 mil para el certificado
Se trata de una verdadera mafia para entregar certificados de vacunación sin recibir las dosis. La enfermera atendió a decenas de personas y cobraba cerca de 400 euros, unos 390.000 pesos chilenos.
Tras conocerse los videos, la funcionaria fue detenida en Palermo.
"En el caso específico, se investigará a la policía que estuvo involucrada en las investigaciones y luego se aplicará la ley", señaló el comisionado de la Policía de Palermo.
Antivacunas evitan inoculación
A medida que aumentan los contagios por la nueva variante ómicron, se incrementó la presión para vacunarse. Aunque también se ha conocido de más personas que intentan engañar al sistema.
En Estados Unidos, se han denunciado varias redes ilegales que venden certificados falsos, mientras que hace unos días, un dentista en Italia llegó a un centro de vacunación con un brazo falso de silicona con la esperanza de engañar a la enfermera y obtener el certificado sanitario.
"Hay que definir bien el término antivacuna. Yo soy contrario a la vacuna covid, pero todas las otras me las he puesto (...) Lo mío fue una provocación para lanzar una protesta personal", señaló el dentista Guido Russo.
Debido a este tipo de situaciones, una empresa sueca trabaja en un microchip que se pone debajo de la piel y muestra los datos del pasaporte sanitario y el estado de inoculación de las personas.
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