Mujer denuncia que implantes mamarios tóxicos no le permitían caminar y dormía hasta 20 horas: "Tenía ataques de pánico"
Emma Thompson, de 38 años, aseguró que sus implantes mamarios tóxicos la dejaron tan débil que dormía hasta 20 horas al día y no tenía fuerzas ni para peinarse el cabello.
La mujer se sometió a una cirugía de senos en el año 2006, elevando su copa A a la copa C. A pesar de que estaba encantada con su nueva apariencia, a los pocos años comenzó a sufrir palpitaciones cardíacas severas, ataques de pánico y debilidad muscular, según escribió el Daily Mail.
Sus síntomas comenzaron a agravarse más y todo comenzó a causarle molestias. Cepillarse los dientes le causaba dolor, su piel se volvía áspera, dormía demasiadas horas e incluso tenía que tomar descansos mientras subía las escaleras de su casa en Manchester, Reino Unido.
"Siempre había tenido la piel inmaculada y, de repente, tenía la piel de mierda. Mi ansiedad empeoró terriblemente. Tenía ataques de pánico todas las noches", recuerda y agrega: "A veces dormía 20 horas al día y luego cambiaba donde tenía el mismo nivel de agotamiento, pero no podía dormir".
Cuando tenía 29 años, Thompson comenzó a desmayarse en su casa. Después de numerosas visitas a su médico de cabecera y una corta estadía en el hospital, no pudo caminar más y su diagnóstico a largo plazo se complicaba más.
Pagó más de 5 mil dólares para quitarse los implantes
A pesar de que en un comienzo los doctores tenían sospechas de que se trataba de una fiebre glandular, Emma nunca consiguió sentirse completamente recuperada. Desesperada por resolver su situación, recurrió a un médico que practicara medicina funcional.
Finalmente, Emma fue advertida de que tenía una enfermedad producida por sus implantes mamarios. Su cuerpo estaba reaccionando a la silicona que se estaba filtrando al tejido circundante e incluso “más allá”, en un proceso conocido como “sangrado”.
En 2019, trece años después de su operación en los senos, Emma viajó hacia los Países Bajos y pagó más de 5 mil dólares para que un doctor se los quitara. La mujer aseguró que se convirtió en una “persona diferente” horas después de que fueron removidos.
Actualmente, Emma recuperó su energía y ganó un combate de boxeo sólo 15 meses después de que los síntomas que la debilitaron gravemente desaparecieron por completo. “La enfermedad de los implantes mamarios ya no se puede negar. Quiero crear conciencia”, sentenció la mujer.
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