Viuda queda en estado de shock al enterarse que el cuerpo de su esposo fue usado en una autopsia pública y pagada
Sin palabras y en estado de shock quedó Elsie Saunders, una mujer de 92 años de Luisiana, Estados Unidos, al enterarse de que el cuerpo de su esposo fue diseccionado en vivo en un "evento" por el que los asistentes pagaron cientos de dólares.
Autopsia pública
Elsie creía hasta ahora que los restos de su esposo David habían sido donados a la ciencia luego de que el hombre de 98 años muriera en agosto pasado por complicaciones derivadas del coronavirus.
Según reporta Global News, recientemente la mujer se enteró que el cuerpo de su marido en realidad terminó en el salón de un hotel de Oregón, en donde fue sometido a una autopsia frente a 70 personas que pagaron entre 100 y 500 dólares. Elsie desconoce hasta hoy dónde están los restos de su marido.
"No sabía que iba a ser exhibido como un oso de circo o algo así", le dijo Elsie a NBC News sobre el destino de David, un veterano de la Segunda Guerra Mundial.
Comercialización de la muerte
La autopsia pública de su esposo formaba parte de la exhibición itinerante "Oddities and Curiosities" (rarezas y curiosidades) de la empresa Death Science, en la cual se le enseña al público, entre otras cosas, desde la examinación externa de un cadáver, hasta la extracción de órganos vitales como el cerebro.
David había decidido donar su cuerpo a la Universidad Estatal de Luisiana para estudios médicos, pero debido a su muerte por Covid-19, la casa de estudios no podía aceptarlo. Fue así como el cuerpo del hombre terminó en Med Ed Labs, una organización con base en Las Vegas que solicita donaciones de cuerpos con fines de investigación.
Tras conocer el caso de David, Obteen Nassiri, portavoz de Med Ed Labs, pidió disculpas a Elsie asegurando que no sabían que Death Science usaría el cuerpo de su esposo para un "show". "Nosotros no involucramos a los cuerpos de los donantes en ningún tipo de espectáculo", dijo Nassiri.
A pesar de las disculpas, Elsie aún se está recuperando del shock que fue conocer el destino de su esposo. "En lo que a mí respecta, es horrible, poco ético y simplemente no tengo las palabras para describirlo... Tengo todo este papeleo que dice que su cuerpo se usaría para la ciencia, nada sobre esta comercialización de su muerte", dijo la mujer a The Advocate.
Una funeraria local se ofreció para rastrear los restos de David y cremarlos sin costo, mientras que Death Science envió un correo electrónico a los asistentes al "evento" para que se realizaran pruebas de detección del coronavirus.
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