"Tan solo busco alguien para comenzar de cero": Crea sitio web para tener sexo por primera vez a los 41 años
Tras pasar cuarenta años sin tener una pareja, Daniel Piechnik, un emprendedor digital que se dedica al diseño de juegos de mesa, decidió tomar las riendas de su vida sentimental y creó un sitio web para encontrar a su media naranja.
Piechnik, quien es oriundo de Adelaide, lanzó un portal en Internet cuyo objetivo es encontrar a mujeres que puedan estar interesadas en iniciar una relación con él. Para hacerlo solo deben registrar sus datos y concretar una cita, informó el diario El Tiempo.
El sitio web fue llamado “El chico soltero de Adelaide” y lo sigue actualizando desde su creación original en el año 2016. También hizo una serie de anuncios pagados con el objetivo de atraer a su página a más mujeres que se encuentren solteras.
Para los visitantes, lo que más llama la atención es la manera en la que se describe Daniel, quien explica que es un hombre de 41 años que nunca tuvo una novia y tampoco ningún tipo de experiencia sexual.
Ninguna mujer se registró en el sitio
“Tan solo busco a alguien para comenzar de cero”, confiesa el hombre a través de un video con el que presenta su portal. A la postre, Daniel hace un énfasis en que, al igual que él, la mujer que quiera ser su futura pareja no debe poseer un historial romántico.
“No estoy en posición de juzgar a nadie más. Solo busco a alguien como yo, que es difícil de encontrar en estos días”, admite Piechnik.
El objetivo parece ser más difícil de lo que creía, pues a pesar de que su sitio web está en línea desde hace cinco años, aún no existe una mujer que haya registrado sus datos en la singular página para concretar una cita con el hombre.
“No soy un bicho raro incómodo que nadie quiere o alguien que tiene problemas sociales... Cuando era más joven me dediqué por completo a mis propias cosas, realmente no tenía tiempo para una pareja”, relata Daniel en la entrada del sitio.
Los requisitos que el hombre pide a la mujer que esté interesada es que no sea muy religiosa; que sea educada e informada; que le guste hablar de filosofía, literatura o ciencia y que en el pasado no haya ido más allá de un beso o una “tomada de mano” con otros hombres.