Mujer vive calvario luego que su dirección apareciera en sitio de encuentros sexuales: "Clientes" no dejan de visitarla
Un verdadero calvario es el que vive Mónica y su familia en Argentina, luego que la dirección de su domicilio fuese dada a conocer, mediante un sitio web de encuentros sexuales, a individuos que ahora no la dejan tranquila.
Todo comenzó un día cuando sonó el timbre de su vivienda, a eso de las 03:00 AM. En ese momento, su esposo bajó a ver qué ocurría y se encontró con una persona que se identificó como un "delivery" y que más tarde se fue del lugar sin dar mayores explicaciones.
En un principio, la afectada pensó que se trataba de delincuentes, pero con el paso del tiempo la extraña situación se repitió, por lo que comenzó a tener ciertas sospechas, informa TN.
Las dudas de Mónica
Y es que distintos hombres llegaban hasta su casa a cualquier hora del día y le afirmaban a la mujer que tenían un "turno" por un "servicio", e incluso preguntaban por Malena, Brenda o Sofía.
Sorprendida aún por el hecho, Mónica respondía que la dirección era errónea, razón por la cual los sujetos terminaban yéndose de allí. Sin embargo, ante la insistencia, un día conversó con uno de ellos para esclarecer lo ocurrido.
La ciberestafa
En esa oportunidad, un hombre le aclaró que se había dirigido hasta su casa para tener un encuentro sexual con una mujer y que la dirección era la suya. Además, le dijo que llegó hasta su casa por medio de un sitio web para adultos.
"Este chico me contó que cuando hizo clic en la foto de la chica que le gustaba, apareció un WhatsApp para contactarse. Allí le pidieron una seña de $500 (alrededor de 4 mil pesos chilenos), que se podía pagar por Rapipago, o transferencia, e inmediatamente le dieron esta dirección", señaló Mónica.
A partir de allí, la mujer indicó que al presionar sobre la foto de la mujer que aparecía en pantalla "le dieron la dirección, pagó la reserva y cuando llegó al lugar se dio cuenta de que lo habían estafado".
"Me sentí burlada"
La mujer aprovechó en varias instancias de solicitar las conversaciones que tenían estos sujetos con las supuestas mujeres por WhatsApp, las que sirvieron de prueba para concretar la denuncia.
Así fue como se trasladó hasta una comisaría de Quilmes para reportar su caso. Para esto envió ocho correos electrónicos y al día de hoy no le han respondido si han iniciado las diligencias.
"Cuando hice la denuncia me dijeron que me iban a brindar una vigilancia. Yo pensé que iban a mandar a algún policía, pero solo me llamaban por teléfono dos veces al día para saber cómo estaba todo", expresó.
Mónica agregó que aún vive con cierto miedo e indignación: "Me sentí burlada. Además, no sé si otra gente está pasando por la misma situación y si las chicas de la página son reales. Sospecho de todo y todos, y no consigo que nadie me dé una respuesta correcta".
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