Policía estrangula a mujer con su cinturón tras arrestarla falsamente para violarla
El policía Wayne Couzens, del Reino Unido, se valió de las leyes contra el Covid-19 para detener, esposar y simular el arresto falso de Sarah Everard, una mujer a la que luego estranguló con su cinturón de policía tras abusar sexualmente de ella.
Durante una audiencia en el Tribunal Penal Central de Inglaterra y Gales, que se llevó a cabo el 29 de septiembre de 2021, se conoció que Couzens, de 48 años, buscó a una mujer solitaria a la que pudiera atacar en el centro de Londres, donde estuvo dando vueltas durante varias horas hasta que se consiguió con Everard, de 33, según detalló el Daily Mail.
Everard iba caminando a su casa luego de visitar a un amigo en Clapham, al sur de la ciudad, la noche del 3 de marzo, cuando el oficial la detuvo y acusó falsamente de romper las normas del confinamiento por el coronavirus para poder secuestrarla.
Tras detener a la mujer, que era una ejecutiva de marketing, el depredador sexual la esposó con las manos en la espalda, lo que la dejó incapacitada para poder desabrocharse el cinturón que el policía aseguró sobre ella tras ordenarle que se sentara en la parte trasera de su vehículo, que era alquilado.
Ex-Metropolitan Police officer Wayne Couzens is due to appear at the Old Bailey as he faces sentencing for the murder of Sarah Everard.
— Deniride (@Edirined) September 29, 2021
Couzens, 48, kidnapped, raped & killed the 33-year-old marketing exec as she walked home in Clapham, south London, on the evening of 3 March. pic.twitter.com/eIaFfcsZfc
Un pasajero fue testigo del secuestro
El oficial, que se retiró de un turno de 12 horas la mañana de ese mismo día, procedió a violar y estrangular a la mujer, antes de prenderle fuego al cuerpo sin vida.
Los restos de Everard fueron hallados una semana después de su desaparición en un arroyo ubicado en un bosque de la ciudad de Ashford, en el condado de Kent, a pocos metros de un terreno que pertenecía a Couzens.
Imágenes sacadas de una cámara de seguridad muestran el instante en el que el oficial levanta el brazo izquierdo mostrando una tarjeta de autorización a Everard, antes de proceder a esposarla y meterla en el vehículo de alquiler.
Un pasajero que pasaba por el sitio en otro automóvil presenció el secuestro, pero pensó que se trataba de un arresto por parte de un oficial encubierto, escuchó el tribunal.
Tom Little, el fiscal encargado del caso, dijo durante la audiencia: “Si bien es imposible resumir lo que el acusado le hizo a Sarah Everard en solo cinco palabras, si tuviera que hacerse, sería más apropiado hacerlo como engaño, secuestro, violación, estrangulamiento, fuego”.
She was just walking home.
— The Women's Organisation (@TheWomensOrg) September 29, 2021
This brutal violence against women and girls must stop now. #saraheverard #VAWG pic.twitter.com/Xg8ldIiRPO
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