Albañil destruye baño remodelado porque dueña se negó a pagarle el monto acordado por el trabajo
En un ataque de furia, un trabajador de Colorado, Estados Unidos, destruyó con un mazo las baldosas y paredes que recién había instalado en el baño de una casa, a raíz de una disputa con la propietaria, quien le pagó menos de lo acordado.
Amber Trucke, la dueña de la casa donde se llevó a cabo la remodelación, se negó a pagar la cantidad estipulada por uno de los albañiles de la empresa Dream Home Remodels, porque, según dijo, el resultado final no la dejó satisfecha, detalló el portal del diario Proceso.
La mujer vive en la ciudad de Colorado Springs junto a su perro y una compañera de cuarto, quien dejó entrar a los contratistas a la casa, el sábado 18 de septiembre de 2021, mientras Trucke estaba en el trabajo, pensando que solo iban a recoger sus materiales, detalló el Daily Mail.
En un video grabado por una vecina de Trucke se puede observar al trabajador, identificado como Terry Gregory, destruyendo las baldosas recién instaladas con un mazo, además de las paredes de la ducha, mientras exige su pago.
La mujer solo pagó la mitad del trabajo
La vecina preocupada le dijo al trabajador: “Solo le pido que se detenga, esta no es su casa”, pero el hombre continuó golpeando las paredes.
“¿Alguien me va a pagar?”, le preguntó Gregory. “Hemos invertido semanas en esto, miles de dólares en esto”, agregó, enfurecido con Trucke.
“Déjame decirte algo. Ningún contratista en el estado de Colorado arreglará eso cuando se enteren que lo devolví porque usted se negó a pagarme. Nadie”, dijo el albañil, sin aliento y gesticulando con una motosierra en la mano, antes de que él y su esposa, Jordan Cazares, quien también es su socia, se fueran de la casa.
La propietaria pagó a los dos trabajadores 3 mil 330 dólares de 7 mil 555 que fueron acordados, según constatan las facturas que publicó a través de su perfil de Facebook.
Trucke explicó a los medios que no quedó satisfecha con el resultado final de la remodelación, por lo que decidió pagarle la mitad al hombre hasta cerciorarse de que la plomería funcionara correctamente. Enseñó 11 facturas que suman los 3 mil 300 dólares, pero, efectivamente, no el resto.
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