¿Te casarías con el acusado de asesinar a tu hermano? Crystal dijo: "Sí, acepto"
Crystal Strauss y John Tiedjen intercambiaron cartas mientras él estaba en la cárcel. Después de 32 años en prisión, la pareja se casó.
A Tiedjen, de 57 años, le dictaron arresto domiciliario después de haber estado preso por el asesinato de Brian McGary, ocurrido en abril de 1989, en Estados Unidos. Strauss es medio hermana de la víctima, quien falleció cuando tenía 18 años.
“La gente no va a entender el tipo de conexión que tenemos”, respondió Strauss a medios estadounidenses, precisa el diario El Tiempo.
Ahora, mientras el acusado espera el pronunciamiento sobre si se requiere un nuevo juicio, ha declarado su amor por Crystal.
"No pienso en nadie más y quiero estar con ella toda mi vida. Le escribí una carta y simplemente le dije: 'No lo hice'", se lee en una nota publicada en el diario Clarín.
Esta historia de amor se conoció cuando Kimberly Kendall Corral, abogada de Tiedjen, publicó en su cuenta en Instagram el video de la boda celebrada al aire libre.
“La vida es demasiado dinámica para medirla. Llegué a oficiar una boda hoy para una novia y un novio que he llegado a conocer y amar. El novio fue injustamente condenado por matar a su mejor amigo, el hermano de la novia en 1989. Después de 32 años de encarcelamiento, su condena ha sido revocada”, escribió Kendall en su red social el pasado 8 de agosto.
En un posteo previo, la letrada afirmó sobre el caso que hace cinco años la defensa descubrió 34 páginas de informes policiales y 77 fotos que nunca fueron entregados. De acuerdo con su afirmación, en 1989 solo fueron reveladas 10 fotografías que se admitieron como evidencia omitiendo otras cuatro que fueron tomadas cinco días después.
Eran amigos y compartían departamento
Tiedjen y McGary eran amigos. En un principio el acusado indicó que su compañero de departamento se había suicidado. Posteriormente confesó que lo mató en defensa propia, aunque también aseguró no recordar lo que ocurrió esa noche. La policía encontró el cadáver con una puñalada y una herida en la cabeza.
Tras la ceremonia, Tiedjen reiteró que no había evidencia física que lo vinculara con el asesinato.
"No tenía quemaduras de pólvora, ni residuos de disparos, ni sangre, ni cortes, ni raspaduras, nada en mi persona, ni en mí, ni en mi ropa", señaló. Sin embargo, encontraron su sangre en un arma.
Ahora espera una nueva audiencia prevista para el 31 de agosto.
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