Anciano cumple su deseo de reunirse con quien fue su esposa durante 60 años y muere días después
Una pareja de ancianos de Queensland, Australia, Danny y Shirley Rowland, protagonizaron un emotivo reencuentro, que fue posible gracias a dos paramédicos, quienes accedieron a una petición del anciano para que le permitieran sostener la mano de su esposa una última vez antes de morir.
En una publicación compartida en Facebook, el pasado domingo 4 de julio, el Servicio de Ambulancias del estado aseguró que, después de cumplir 60 años unidos, los ancianos lograron volver a estar uno al lado del otro, tomados de la mano como el día que proclamaron sus votos frente al altar, reseñó 7News.
Danny estuvo separado de Shirley por casi dos meses. Mientras ella recibía tratamiento médico en un hogar de ancianos, él permaneció en su casa ubicada en la pequeña ciudad de Torbanlea, en la región costera de Fraser.
Resignado a la posibilidad de que quizás no volvería a ver a su esposa nunca más, el anciano creyó que la última conversación que sostuvo con ella se trató de su último adiós, pues padecía un avanzado cáncer terminal.
"Sé que te amaré por siempre"
“No pasó un día en el que papá no dijera, ‘vaya, me gustaría poder ver a mamá”, declaró Karen Bellert, hija de la pareja, al portal de noticias australiano.
Recientemente, Danny tuvo que ser hospitalizado luego de que se presentó una complicación con el equipo médico que utilizaban para hacerle el tratamiento desde su casa.
Mientras el anciano conversaba en la parte trasera de la ambulancia con su hijo, Ricky Rowland, los paramédicos, identificados como Samantha y Joshua, se enteraron de que este deseaba ver a su esposa una última vez.
Luego de que el equipo médico de Danny fue reparado, los paramédicos se propusieron cumplir su deseo de ver a Shirley y, de regreso a su casa desde el hospital, tomaron un desvío en el camino para llevarlo al lugar donde estaba su pareja.
“El personal dijo que ‘no podemos dejarlos entrar, pero podemos sacar a mamá'”, relató Ricky mientras lloraba. “Tuvimos un hermoso momento durante unos 20 minutos en el que papá pudo despedirse de mamá”, añadió.
Danny murió varios días después. Rowland recordó que las últimas palabras de su padre a su madre fueron: “Oh, bueno, Shirl, te veré más tarde. Y si no lo hago, sé que te amaré por siempre”.
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